La Guardia Civil ha detenido al supuesto autor del incendio de Valdepeñas de la Sierra, ocurrido en 2022 y que devastó más de 3.000 hectáreas y llegó a entrar en el Parque Natural de la Sierra Norte, además de obligar a la evacuación de cuatro localidades.
Tan complicadas han sido las pesquisas de este caso que han durado más de un año hasta poder poner los grilletes a un hombre de 38 años, español y vecino de la zona.
En la actualidad, este sujeto se ocultaba en la provincia de Toledo. Cuenta con numerosos antecedentes policiales. No se descarta su vinculación con incendios ocurridos en la zona en años anteriores.
En la investigación han participado, además de los agentes del Seprona de la Comandancia de Guadalajara, la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente del Seprona y el Cuerpo de Agentes Medioambientales de la provincia de Guadalajara.
Indicios de incendio provocado desde un comienzo
Los primeros en buscar pistas para hallar al autor del incendio fueron los agentes de la patrulla del Seprona de Brihuega, apoyados por la Brigada de Investigación de Incendios del Cuerpo de Agentes Medioambientales y demás componentes de la Uprona. Esto fue así porque desde un primer momento se dedujo que aquel voraz incendio forestal había sido provocado, habida cuenta el lugar del inicio del llamas.
En consecuencia, se planteó que el supuesto autor podría residir en las inmediaciones del lugar donde se inició el fuego o tener alguna vinculación con este, teniendo en cuenta también, los diferentes incendios ocurridos en la zona en los años anteriores.
Así las cosas, según avanzaba la investigación, los indicios manejados por los agentes apuntaban a una persona que había residido en las inmediaciones pero que había abandonado el lugar en los primeros días del incendio.
Dicho individuo intentó pasar desapercibido desde entonces, aunque su rastro fue encontrado por los agentes en algunas localidades de la provincias de Madrid y de Toledo en los meses siguientes al incendio.
Continuando con las actuaciones policiales que finalmente se han extendido durante 14 meses, y que han necesitado de la utilización de medios tecnológicos y la participación de la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (Ucoma) para la localización del sospechoso, los agentes del Seprona, pudieron identificar a esta persona en la localidad de Talavera de la Reina, donde se llevó a cabo la detención.
Un incendio pavoroso y sin control
El 19 de julio de 2022 sobre las 14.00 horas se comunicaba el inicio de un incendio forestal en el término municipal de Valdepeñas de la Sierra, cerca del río Jarama.
Seis días después, cuando se alcanzaba su extinción, el fuego había calcinado 3.010 hectáreas, causado numerosos daños en propiedades privadas, afectado al Parque Natural de la Sierra Norte y obligado al corte de numerosas vías de comunicación y a la evacuación de las localidades de Tortuero, Valdepeñas de la Sierra, Puebla de Valles y la Vereda.
La estabilización del fuego la anunciaba el director general de Medio Ambiente y Biodiversidad, Félix Romero quien destacaba que se trataba de «un incendio que podría haber acabado en tragedia, se podrían haber llegado a quemar decenas de miles de hectáreas».
¿Qué pena hay por causar un incendio forestal en España?
En esos días, el por entonces consejero José Luis Escudero hablaba de «tolerancia cero y ninguna impunidad ante quien comete un delito que está tipificado, y por parte del Gobierno de Castilla-La Mancha no vamos a parar hasta que encontremos cual ha sido el origen del mismo. Desde luego si ha sido provocado, como apuntan los indicios, que caiga todo el peso de la Ley».
Más de un año después hay que recordar que provocar un incendio forestal está castigado con una pena de cárcel de entre 10 y 20 años, una multa económica a pagar de 12 a 24 meses y responsabilidad civil por daños y perjuicios y está regulado en el artículo 341 del Código Penal.
La pena de prisión varía en función del riesgo para la vida e integridad de las personas. La multa también va de los 10 a los 100 euros al día, según las posibilidades económicas del condenado. A eso habría que sumar la indemnización por daños y perjuicios por responsabilidad civil.
De todos modos, hay que destacar que en este tipo de delitos las pruebas inculpatorias escasean y las investigaciones se arman sobre los indicios existentes, en buena medida. Por lo tanto, habrá que esperar al juicio para saber si, en este caso sí, cae sobre el acusado todo el peso de la ley si es posible acreditar, sin dudas razonables, su culpabilidad. Muchas otras veces no ha sido así.