Ha sido literalmente así: Yulimar Rojas es la nueva campeona olímpica de triple salto, con récord del mundo; Ana Peleteiro ha saltado como nunca en su vida para alzarse con la medalla de bronce. Detrás de ese éxito, toda una vida de esfuerzo y muchísimas horas en la Fuente de la Niña. En Guadalajara.
Hay toda una historia detrás. Vestidos con el chándal de la selección cubana, fueron durante mucho tiempo parte del paisaje urbano de Guadalajara. Sobre todo en los primeros tiempos, cuando dependían del añorado Juanjo y del siempre omnipresente Eladio Freijo. Eran el precedente, lejano, del triunfo de este domingo.
Va para tres décadas en que el atletismo de alta competición tenía acento caribeño en tierras alcarreñas. Con los años, su presencia por la Plaza de Santo Domingo se ha hecho menos habitual, pero la alianza se mantiene.
Este domingo se vivirá, a un lado y a otro del globo terráqueo, otro de esos hitos, cuando desde España veamos el comportamiento en el foso de saltos del estadio olímpico de Tokio de Yulimar Rojas y de Ana Peleteiro, desde hace años usuarias cotidianas de las pistas de la Fuente de la Niña. La final de triple salto se disputa desde la una y cuarto de la tarde y se podrá seguir en directo por televisión.
Desde cuando los atletas y sus responsables se alojaban en el Hostal Galicia, en el Paseo de San Roque, han pasado muchos años y han cambiado los protagonistas y sus costumbres.
El eje de todo actualmente es el cubano Iván Pedroso, campeón olímpico en Sydney 2000, y cuatro veces campeón mundial al aire libre de salto de longitud. Permanece en la ciudad, donde creó su propia familia. Marchó otro «vecino» ilustre de Guadalajara como fue Javier Sotomayor y que mantiene su récord en en salto de altura.
En 2018 se conmemoró el trigésimo aniversario de la llegada de los primeros atletas cubanos a Guadalajara. Se hizo con una reunión atlética de gran nivel. Alberto Juantorena, campeón olímpico de 400 y 800 en Montreal’76, presente en la cita de la Fuente de la Niña, fue especialmente elogioso con el por entonces alcalde, Antonio Román: «Gracias por aguantarnos durante treinta años, gracias a la capital europea del deporte», exclamó.
Atletas de Canadá, Cuba, Venezuela, Ecuador, Portugal y República Dominicana han pasado por la ciudad, con estancias más o menos dilatadas, para acogerse a la buena fama de este pequeño emporio del atletismo que es la capital alcarreña.