La asociación Dalma ha denunciado que, tras una visita rutinaria a los nidos ubicados en la zona del Mini Zoo municipal de Guadalajara que alberga la única colonia que la cigüeña blanca tiene en esta ciudad compuesta por cinco nidos instalados en una torre de alta tensión sin línea eléctrica, no había ningún ejemplar, «a pesar de que en días anteriores se comprobó que las hembras habían empezado a poner huevos y estaban en pleno periodo de incubación».
«El motivo de tamaño desastre se debía a que en la base de dicha torre y a unos escasos diez metros de ella, se estaban realizando labores de silvicultura consistentes en troceado de troncos y ramas de pino derribados por la tormenta Filomena que tuvo lugar en enero de este año. Dichas labores se realizaban con maquinaria extremadamente ruidosa, como son los moto sierras», ha alertado esta asociación, que en nota de prensa ha recordado que desde 1984 viene realizando sin interrupción un censo anual de cigüeña blanca (ciconia ciconia) en la provincia de Guadalajara..
«Denunciamos los hechos y con ello la falta de previsión y sensibilidad de los directivos del Mini Zoo y de los responsables políticos que gestionan dichas instalaciones, máxime cuando desde esta asociación se ha ofrecido colaboración para evitar este tipo de actuaciones irresponsables y trabajar coordinadamente para concienciar a la población sobre los beneficios de esta especie proponiendo la instalación de un observatorio de la colonia en sus inmediaciones», han defendido desde la asociación.
Desde Dalma han recordado que la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad de 2007 establece literalmente en su artículo 54.5 que «queda prohibido dar muerte, dañar, molestar o inquietar intencionadamente a los animales silvestres, sea cual fuere el método empleado o la fase de su ciclo biológico.
Esta prohibición incluye su retención y captura en vivo, la destrucción, daño, recolección y retención de sus nidos, de sus crías o de sus huevos, estos últimos aun estando vacíos, así como la posesión, transporte, tráfico y comercio de ejemplares vivos o muertos o de sus restos, incluyendo el comercio exterior, han explicado desde la asociación.
«Desconocemos los daños que haya podido causar esta agresión negligente infringida a una especie protegida como es la cigüeña blanca. También lamentamos la falta de criterio de una Concejalía que debería de existir precisamente para evitar estos desaguisados como es la de Transición Ecológica y que, irónicamente, es de la que dependen las instalaciones del Mini Zoo», han concluido.