El Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados ha presentado entre sus enmiendas parciales al Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado dos que afectan directamente a Castilla-La Mancha y a Guadalajara. En una de ellas pide dejar en suspenso el cambio normativo que afectaba, entre otras cosas, al nivel de agua trasvasable desde la cabecera del Tajo en nivel 2, reduciendo de 38 a 27 hectómetros cúbicos el tope de derivaciones al Levante. En la otra, piden reactivar el proyecto de Almacén Temporal Centralizado de residuos nucleares en la localidad conquense de Villar de Cañas.
Según las peticiones del Partido Popular, adelantadas por la Cadena Ser, en la primera de las enmiendas el PP sugiere que en 2023 queden sin vigencia los cambios introducidos en el nuevo decreto aprobado el pasado verano, que contemplaba nuevas normas reguladoras en el trasvase Tajo-Segura «con el fin de que se adapten sus disposiciones a los planes hidrológicos o a la planificación hidrológica nacional».
En la segunda de ellas, solicitan aportar 3 millones de euros adicionales al Consejo de Seguridad Nuclear para, por un lado, «desarrollar los trabajo que adecuen la normativa a fin de hacer posible la extensión del plazo del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima» hasta 2030 para la vida operativa de reactores en España; «así como la puesta en marcha del Almacén Temporal Centralizado en Villar de Cañas».
Inmediata reacción de Page
Como era previsible, el presidente de presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, no ha tardado en reaccionar ante una ocasión tan evidente. Ha pedido este mismo miércoles al líder del PP en la región, Paco Núñez, poner «pie en pared» y exigir a la dirección nacional de su partido retirar la enmienda a los Presupuestos Generales del Estado.
Durante un acto en Talavera de la Reina, García-Page he hecho referencia a esta enmienda de los ‘populares’ y ha asegurado que, con esta decisión, la dirección nacional del PP «lo único que está echando son cuentas electorales», algo que al presidente castellanomanchego le parece «triste».
Así, ha pedido a la dirección nacional del PP que retire esas enmiendas ya que «no se pueden dar pasos hacia atrás en esa dirección» y, admitiendo que en Madrid le hacen poco caso «unos y otros», ha decidido pedir a la dirección regional del PP –liderada por Paco Núñez– «poner pie en pared» y plantar cara a su partido porque, según ha apostillado Emiliano García-Page, esas enmiendas son «un mazazo» al pacto del agua firmado en Castilla-La Mancha.
Dicho esto, el presidente autonómico ha animado a Paco Núñez a «cantar las cuarenta» a su partido, al igual que –ha dicho– hace él cuando se trata de defender los intereses de Castilla-La Mancha. «Ni siquiera pido que los diputados y senadores incumplan la disciplina de voto, simplemente que levanten la voz porque las batallas sólo se ganan a base de insistir. Unas son más rápidas y otras necesitan tenacidad». «Aquí necesitamos tenacidad», ha abundado.
Así, ha valorado que el Gobierno de Pedro Sánchez, en materia de gestión de agua, esté dando «pasos en la dirección conveniente», algo que reconoce «le cuesta caro en el Levante», porque «siempre se ha decidido el agua en España por los votos, que no se engañe nadie», ha advertido García-Page, quien ha hecho hincapié en que «el Levante ha tenido más votos que el centro».
Finalmente, el presidente regional ha insistido en que las enmiendas del PP «nos retrotraen al negacionismo absoluto del cambio climático» y si saliesen adelante –ha avisado– dejarían medio seco el cauce por Talavera. «Si deja de haber agua no podemos tener salida ni futuro», ha enfatizado.
Lo que defendía el PP hace días
El presidente del PP en Castilla-La Mancha, Paco Núñez, sostenía a mediados de octubre que ni él ni su formación a nivel regional «se van a mover ni una coma» de lo firmado en el pacto regional por el agua y eso, ha afirmado, supondrá «enfrentarse a quien se tenga que enfrentar». Dicho esto, ha asegurado que este pacto es «la hoja de ruta» de Paco Núñez y del PP en materia hídrica. «Que no quepa duda».
Así reaccionaba Núñez al ser preguntado por la celebración de la cumbre del PP en Murcia en defensa del trasvase Tajo-Segura y por las críticas que esta cita había suscitado en el seno del PSOE castellanomanchego.
El presidente del PP sostenía que siempre que se acercan las elecciones el agua se convierte «en un elemento bélico y de enfrentamiento». «Cada vez que ha habido elecciones, el PSOE ha querido ser beligerante con la política hídrica», criticaba.
Ese mismo día, Núñez hacía hincapié en el pacto regional del agua firmado hace dos años en Castilla-La Mancha, una firma que le supuso –resaltaba– «un enfrentamiento y un coste político interno dentro de su partido medio alto», pero él decidió «anteponer Castilla-La Mancha al Partido Popular».
Sostiene el PP que desde el 2020 el Gobierno de Emiliano García-Page «no ha hecho nada». «¿Por qué Page no ha cumplido el pacto regional por el agua; por qué Page no ha ido a Moncloa a defender ante Sánchez el pacto o por qué Page no ha pedido cita a Ximo Puig, Juanma Moreno o Fernando López Miras para explicarles que hay una postura de agua fija en Castilla-La Mancha de la que no nos vamos a mover?», se preguntaba retóricamente Núñez.
«Yo le puedo garantizar que Paco Núñez y el PP de Castilla-La Mancha no se van a mover ni una coma de lo firmado en el pacto regional por el agua, y eso supondrá enfrentarme a quien me tenga que enfrentar, pero el pacto regional por el agua que firmamos en Castilla-La Mancha es la hoja de ruta de Paco Núñez y del PP en materia hídrica. No tenga de eso ninguna duda», insistía.