Si hace días fue una pancarta del PSOE la que desapareció de la Plaza Mayor de Guadalajara, este Domingo de Resurrección le ha ocurrido otro tanto al Partido Popular, pero en la Plaza de Santo Domingo. Poco azul se ve ya por el Paseo de las Cruces, que está entre rojo y naranja cuando empieza la recta final de la campaña electoral.
Lo de que el PP esté por los suelos no deja de ser una imagen y una descripción literal, también coyuntural, de un hecho concreto. Anécdotas para entretenernos. A la luz de las últimas encuestas, tampoco es que levante el vuelo el partido de Pablo Casado, representado aquí en esta tierra por Silvia Valmaña y Antonio Román, en multitarea. Ellos dos puede que pasen el corte, pero su partido va a quedarse a la mitad de lo que era, muy lejos de lo que fue.
Este mismo domingo –¿de resurrrección para quién?– el diario El Mundo publicaba una encuesta en la que el tercer diputado por Guadalajara iba a parar a Ciudadanos, el partido urbanita que lleva como cabeza de cartel a una agricultora de Sayatón. ¿Y los de Vox? Callados y esperando a que otros den cartas.
El PSOE sigue acariciando la posibilidad de repetir algo que por aquí no han conocido desde los tiempos del mejor Felipe González, cuando lograron llevar a la Carrera de San Jerónimo dos diputados desde Guadalajara. Como los porcentajes ajenos enreden, lo conseguirán.
La solución, en cualquier caso, llegará el próximo domingo. De resurrección o defenestración, según para quien.