Sujeto a la crítica va a quedar a partir de ahora un edificio privado y muy particular, por ocupar uno de los esquinazos más relevantes de Guadalajara. Se trata del inmueble que se levanta sobre el solar dejado por la conocida como casa de los Solano, entre la Calle Mayor y la plaza de Santo Domingo.
Las imágenes que ofrece al viandante una vez dejada al descubierto la fachada son como las siguientes, captadas por este diario en la mañana del 24 de agosto de 2024:
De manera inevitable, los comentarios se prodigarán ante la evidencia de que el resultado final no reproduce de la mimética forma anunciada la traza de la fachada ni sus elementos, como es el caso de todos los miradores que antes existían. Restan los remates en los laterales de la planta baja, como se puede apreciar.
La comparación entre lo que hubo y lo que hay ahora es inevitable y se puede hacer con las dos fotografías que se acompañan:
Lo que sí era previsible es que las dos plantas originarias se convirtieran en tres más bajo cubierta, como permitía el proyecto autorizado por el Ayuntamiento.
Atrás quedan, en cualquier caso, años de variada polémica política e incluso ciudadana, al tiempo que se completa por uno de sus lados la más transitada plaza de la ciudad. Al otro lado permanece sin uso el solar donde estuvo la sede de UGT, del que se ha informado en más de una ocasión en este diario.
Del recuerdo de los años transcurridos quedan imágenes como estas, del archivo de LA CRÓNICA: