El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha sostenido este martes que la modificación de las reglas de explotación que afectan al trasvase Tajo-Segura se deben a que el Gobierno lo que hace es «ajustar y regular» la situación en función de los caudales disponibles.
El ministro se ha pronunciado en estos términos en declaraciones a los medios en la sede de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), en Alicante, donde ha comparecido junto al comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca de la Unión Europea, Virgilijus Sinkevicius.
A preguntas sobre si existe «preocupación» en el Gobierno ante el contencioso entre agricultores y el Ministerio de Transición Ecológica por el cambio en las normas de explotación del trasvase Tajo-Segura, ha asegurado que lo que está haciendo el ejecutivo central, y en concreto el departamento de Teresa Ribera, es «ajustar y regular la situación en función de los caudales disponibles».
«Estamos en un momento donde la pluviometría ha descendido de forma significativa, y como consecuencia de ello, lógicamente tienen que adaptarse las medidas correspondientes», ha indicado Planas, quien ha subrayado que las decisiones «se han adoptado teniendo en cuenta las series históricas y para evitar tener que llevar a cabo decisiones singulares dentro de una planificación hidrográfica más general».
El ministro y el regadío
Para Planas, el regadío es «joya de la corona de nuestro sector agrario», supone «el 23% de nuestra superficie y, evidentemente, seis veces más en términos de productividad, cuatro de riqueza y tres de empleo respecto al secano» y, por ello, el Gobierno invertirá 573 millones en su modernización.
El ministro se ha mostrado defensor del «regadío sostenible» que se pueda llevar a cabo en función de las masas de aguas disponibles y, sobre todo, en el horizonte del cambio climático. «Vamos a dedicar a 573 millones, que subirán a más de 800 con la colaboración de las comunidades de regantes, a la modernización del regadío, a utilizar el máximo provecho y fruto posible para que cada gota de agua no se desperdicie», ha recalcado.
Por ello, ha insistido en que «regadío sostenible sí o sí» y en que «tenemos que luchar y hacer realidad esa sostenibilidad». «España es un país pionero, junto a Israel, somos el más avanzado del mundo en materia de tecnologías del agua y tenemos que ponerlo al servicio en un momento en el que el tema es de absoluta preocupación», ha concluido.