Fue una noticia de hace semanas, aunque ya se haya olvidado. Y en aquellos días, pocos hasta que se volatilizó su efecto, generó incluso su pequeña controversia en las redes sociales. Pero la realidad es que la idea de un minibús surcando la Calle Mayor creó sensación, aunque fuera efímera. Ahora vuelve, porque la han resucitado los partidos políticos en su constante necesidad de polémica.
Este miércoles, el concejal de Infraestructuras en el Ayuntamiento de Guadalajara, Santiago López Pomeda, ha confirmado que los peatones compartirán la principal calle de la ciudad con el servicio del microbús que quiere implantar el equipo de Gobierno en la zona peatonalizada de la Calle Mayor de la capital. Tampoco sería una novedad absoluta, ya que existe algo similar en ciudades de Castilla y León y en Andalucía.
Así se ha manifestado el concejal ante las críticas realizadas este mismo miércoles por el Grupo Municipal Socialista respecto a la decisión de dar paso al autobús por la zona peatonalizada de la calle Mayor una vez que se ponga en marcha el nuevo contrato, calificándolo de una «ocurrencia» e «inseguro».
«Una de las apuestas fuertes de este equipo de Gobierno era dinamizar nuestro casco histórico, hacerlo más accesible y más moderno, y por supuesto, incluir un sistema de transporte público urbano», ha afirmado a preguntas de los periodistas.
Microbús, peatones… y terrazas
Así, ha incidido López Pomeda en que para incluir un minibús que pueda transcurrir por el casco histórico y por la Calle Mayor, «habrá que realizar todas aquellas adecuaciones en materia de movilidad que sean precisas, de forma que se garantice tanto a los peatones como a los usuarios de este transporte, convivir durante las frecuencias de este autobús por el centro».
En su opinión, es algo «novedoso», pero también «moderno, que va a conseguir que cualquier ciudadano que visite la ciudad pueda acceder al casco histórico en un transporte público, «actualmente inexistente».
En cuanto a cómo va a convivir este servicio con las terrazas, el edil responsable de Infraestructuras apunta que «tendrán unas delimitaciones y el autobús tendrá también las suyas, sus propios pasos y sus alertas».
El ejemplo de Córdoba y el de Huesca
Aunque López Pomeda no haya dado datos concretos de otras capitales con microbuses eléctricos en su centro urbano, lo cierto es que basta una búsqueda en Internet para recordar que en Córdoba llevan más de una década con la experiencia.
Las incorporaciones más recientes a estas peculiar flota municipal han sido las de varias unidades del Zeus M200E, un modelo italiano de microbús urbano con capacidad para 22 pasajeros, de tan sólo dos metros de ancho y menos de seis metros de longitud. Tiene rampa eléctrica para acceso de personas con movilidad reducida y aire acondicionado.
Otra cuestión distinta es que este u otros vehículos tengan habilidad comprobada para ir espantando viandantes a su paso.
Para ello, también sería interesante revisar el caso de Huesca, capital que en 2021 puso a prueba una idea similar para las calles más céntricas, con idea de sufragar el proyecto con fondos europeos. Antes de nada, hicieron una prueba, durante varios días.