El Maratón de los Cuentos de Guadalajara, que tradicionalmente se celebra el tercer fin de semana de junio, se celebrará este año en otoño, en concreto el 25,26 y 27 de septiembre. Esa es el plan, al menos, de la Junta Directiva del Seminario de Literatura Infantil y Juvenil (SLIJ) de Guadalajara.
Dicho organismo se reunió la semana pasada telemáticamente para tratar los numerosos contratiempos que ha provocado el estado de alarma por la crisis sanitaria del coronavirus y decidió aplazar la celebración de esta Fiesta de Interés Turístico Regional.
Se trata de la primera vez desde la segunda edición en que el evento de 48 horas de narración oral ininterrumpida se celebre en un mes diferente a junio.
La presidenta del SLIJ, Concha Carlavilla, ha contactado ya con el alcalde de la ciudad, Alberto Rojo, para comunicarle la decisión y coordinar esta celebración con el resto de programación cultural habitual en la ciudad después de las Ferias y Fiestas.
«Constatado que no se solaparía con otros eventos como los festivales de cine Fescigu y de poesía Arriversos o el anunciado festival de títeres Titiriguada, el Maratón tendrá su rincón en el calendario esta vez a inicios de otoño», han indicado desde la organización.
Carlavilla también ha contactado este fin de semana con la Dirección del Museo Provincial de Guadalajara y con la Delegación Provincial de Cultura de la Junta para trasladar el movimiento de fechas y confiar en que, de este modo, también los centros educativos han recuperado la normalidad para poder participar en el Maratón.
«Nada consuela cuando has perdido a alguien querido, sobre todo de una forma tan cruel y despiadada, pero es verdad que ilusiona contemplar con esperanza un horizonte repleto de cultura», ha defendido Carlavilla, en referencia a una vuelta de verano en la que una de las mayores celebraciones de la palabra en todo el mundo se sumará a la programación cultural de la ciudad.
«Ojalá para entonces la vida gire como siempre ha girado, paren las muertes por esta pandemia y de nuevo nos sintamos libres para respirar, abrazarnos y compartir nuestro tiempo con nuestros seres queridos y las historias con nuestros vecinos y vecinas, como venimos haciendo en Guadalajara desde hace casi treinta años», ha añadido.
