Un destacado representante de Vox en la provincia de Guadalajara considera, presumiblemente a título personal, que la reciente decisión de prohibir la caza del lobo en toda España e incluirlo en el Listado de Especies en Régimen de Protección Especia es una medida «política e ideológica». «No es ecológica, no es conservacionista, no es por proteger al lobo. Esta decisión es una medida tomada por políticos y asesores que viven en las ciudades, por asociaciones ultra proteccionistas híper subvencionadas. Por personas y entidades preñadas de intereses espurios. No les interesa la Ciencia. Tampoco les importa el mundo rural. Ni el lobo», sostiene Antonio de Miguel, concejal del Ayuntamiento de Guadalajara por esa formación, en un texto que ha distribuido a los medios de comunicación en su condición de «naturalista», como literalmente firma el escrito.
En cuanto al número de ejemplares existente actualmente en España, sostiene que «los censos realizados estos últimos años son falsos y han sido manipulados por personas de la administración y animalistas para ocultar la realidad: que las poblaciones están disparadas, descontroladas. Hace falta un censo real».
«El lobo no corre peligro»
También entiende el portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Guadalajara que «es falso que el lobo esté en peligro o que corra riesgo. Las manadas y ejemplares crecen, pero los ecosistemas no dan para más lobo, no tienen espacio. La naturaleza ya no es lo que era. No se puede pensar en procesos utópicos de recolonización y expansión del lobo en sus antiguos territorios».
«Las primeras consecuencias de la entrada en vigor de la Ley es que se ha reavivado y endurecido el eterno conflicto del lobo. El conflicto entre el mundo rural y el mundo urbanita, entre ganaderos y cazadores contra ecologistas y ultraporoteccionistas», considera este político.
Recuerda De Miguel que en los años 70 había en España 350 lobos. Félix Rodríguez de la Fuente consiguió que se incluyera en la Ley de Caza de 1970 como especie cinegética. «Esto le pone en valor y lo salva de su desaparición», apostilla el edil capitalino. El censo nacional de 2012-2014 recogía unas 320 manadas y casi 2.500 ejemplares, con siete ejemplares de media por clan familiar, distribuidos en unos 140.000 km².