Las Hogueras de la Purísima, en honor a la Inmaculada Concepción, se encienden este jueves, 7 de diciembre, en Horche.
El encendido de cada una de esas hogueras reúne cada año a centenares de horchanos, horchanas y curiosos, que van desplazándose de fogata en fogata, saltando sobre las llamas al grito de “Viva la Purísima”, purificando su cuerpo y su alma, limpiando sus pecados, y bendecidos por poder compartir con sus familiares y amigos, una Navidad más, las sardinas que se asan en las ascuas de los fuegos.
La celebración comienza a las nueve de la noche. Cuenta con la declaración de Fiesta de Interés Turístico provincial pero, lo que es más relevante, tiene más de 350 años de historia.
Se remonta a 1630, cuando en la localidad se construyó una capilla en honor a la Inmaculada Concepción de María (a pesar de que el dogma no fue declarado hasta 1854). Cobró más relevancia hacia 1670, el año de la fundación de la Cofradía de la Esclavitud de la Purísima, que en sus normas ya recogía “encender luminarias la víspera de la fiesta de la toda hermosa”, así como su organización: son doce “esclavos” los que encienden los fuegos, siendo de tamaño más grande el del “esclavo mayor”.
De hecho, la Hermandad de la Inmaculada Concepción, que tuvo a don Pedro Ibero Eraso como primer Hermano Mayor, continua en la actualidad constituida por doce hermanos, cargo que pasa de forma hereditaria de padres a hijos, si bien es una decisión que debe ser sometida a votación secreta por parte de los hermanos. Esos mismos doce hermanos están presentes, también según manda la tradición, cuando la noche se hace día y Horche, ya el 8 de diciembre, se cita en la Santa Misa que se desarrolla en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.