Antonio Herraiz demuestra cada sábado y cada domingo que es posible ser periodista y tener buena imagen profesional sin necesidad de recurrir al faranduleo ni a la exposición sistemática que otros, y otras, hacen de su vida privada para fomentar una supuesta «imagen de marca personal».
A Herraiz, tan bien conocido y con tantos amigos en su provincia, le aprecian en Madrid porque cada vez tiene más oyentes por toda España. Confinado en las mañanas, casi madrugadas, del fin de semana en la Cadena Cope, son 778.000 los que se despiertan con este alcarreño y su programa informativo «La mañana del fin de semana».
Según los últimos datos, crece en 51.000 fieles seguidores (o seguidores fieles, mejor dicho, para que nadie equivoque el adjetivo en la Conferencia Episcopal) gracias a un informativo que, precisamente, informa. Y además, entretiene a la del alba, cuando la mayoría está aún con los párpados bajados, bajo las sábanas.
Hay éxitos que no pueden considerarse ajenos. Este es uno de esos.