El Gobierno de Castilla-La Mancha apuesta por la conservación de las aves al ser un indicador de la calidad ambiental en los pueblos, las ciudades, la Comunidad Autónoma y el conjunto del país.
Con motivo del Día Mundial de las Aves que se celebra este fin de semana, el Ejecutivo castellanomanchego defiende que las aves son un «componente esencial» de la biodiversidad del planeta, «que debemos de conservar para nuestros descendientes».
«Las aves nos proporcionan una amplia variedad de beneficios y servicios ecosistémicos, en el control de las plagas, como polinizadores o dispersando semillas», añade.
Asimismo, desde la Consejería de Desarrollo Sostenible, al frente de la cual está José Luis Escudero, indican que están implicados en numerosos programas para la conservación de las aves, las más escasas y amenazadas, como son: las grandes aves rapaces, las aves esteparias asociadas a nuestros campos de cultivo, las aves acuáticas ligadas a nuestros humedales, las aves migratorias y ahora también las aves urbanas.
«Desarrollamos planes de conservación de especies como el águila imperial, el águila perdicera, el buitre negro, la malvasía cabeciblanca, la avutarda, el sisón o las grullas y próximamente serán declara la primera Zona de Especial Protección para las Aves de Castilla-La Mancha dos iglesias situadas en Almodóvar del Campo y Tirteafuera, en Ciudad Real, por albergar colonias de cernícalo primilla.
Finalmente, del departamento que dirige José Luis Escudero destaca la puesta del Gobierno castellanomanchego por la reintroducción de especies emblemáticas como el quebrantahuesos.