Las obras de rehabilitación de la parte posterior del edificio del antiguo convento de San Francisco en Pastrana, para convertir estas dependencias en oficinas, concluirán el próximo mes de mayo. Se pretende que esos nuevos locales con pasado conventual faciliten el arranque de negocios e incorporación de nuevos profesionales al mercado laboral, en mejores condiciones económicas. Por la parte delantera, pegada a la carretera, se accede a un restaurante.
Se trata de un proyecto que se inició hace varios meses gracias al 1% Cultural, en el que el Ministerio contribuye con una aportación de 200.000 euros, la Diputación de Guadalajara con otros 100.000 y 70.000 a cargo del Ayuntamiento de Pastrana.
La actuación afecta a unos 400 metros cuadrados en los que se van a crear «oficinas amplias para que se implanten todo tipo de servicios», según ha declarado a Europa Press para LA CRÓNICA el alcalde de Pastrana, Luis Fernando Abril.
«Se trata de ofrecer servicios a aquellas personas que quieran montar un negocio y no puedan permitirse un alquiler alto. Puede ser para meses o para días concretos, aunque habrá que crear una ordenanza para ello. Ya tenemos algún interesado», ha subrayado.
El alcalde cree que con este tipo de iniciativas se contribuye también a mejorar la actividad económica en el municipio y, de esta forma, también a fijar población.
Se trata de seguir recuperando un edificio en el que ya se ha acometido una primera fase de restauración que se inauguró a comienzos de 2020 y que afectó a la iglesia del convento, donde ahora hay una exposición.
En otras parte de las dependencias se ofrece un servicio de hostelería y el Consistorio ya está redactando un proyecto que califica de «ambicioso» para reacondicionar las dependencias destinadas a asociaciones, que pretenden acometer con ayuda de los fondos europeos.
El futuro de un convento de Pastrana: alojar oficinas
En el convento de San Francisco de Pastrana se trata de seguir recuperando un edificio en el que ya se ha acometido una primera fase de restauración que se inauguró a comienzos de 2020 y que afectó a la iglesia del convento, donde ahora hay una exposición.
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