El Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha ha acordado declarar Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de Bien Inmaterial, el Festival Medieval de Hita, «una cita que ha sabido convertirse a lo largo de sus 59 ediciones en toda una seña de identidad de un pueblo y sus gentes, además de ser una cita imprescindible en la provincia de Guadalajara».
Con esta declaración, tal y como ha subrayado la portavoz del Gobierno regional y consejera de Igualdad, Blanca Fernández, «se busca preservar y propiciar la continuidad de un evento cultural que ha ido creciendo de forma paralela a la conservación del patrimonio de la villa y que favorece tanto el crecimiento económico, como el interés turístico y el desarrollo cultural no solo de Hita sino también de la provincia».
Fernández ha recordado que esta manifestación cultural es una de las fiestas más importantes de la provincia Guadalajara y de referencia obligada para el conjunto de Castilla-La Mancha.
Desde 1961… hasta que el COVID lo interrumpió
Además, desde el punto de vista antropológico, se trata de una de las fiestas más destacadas de cuantas se suceden en la Comunidad Autónoma.
Por su parte, el delegado de la Junta en Guadalajara, Eusebio Robles, ha manifestado su satisfacción por la incorporación del Festival Medieval de Hita, el festival de teatro de temática medieval más antiguo de España, en este el registro de Bienes de Interés Cultural de Castilla-La Mancha, una «fantástica noticia para Hita y para la provincia de Guadalajara porque reconoce el incalculable valor de esta manifestación cultural, al tiempo que la consolida e impulsa», ha dicho.
El Festival Medieval de Hita nació en 1961 con el objetivo de rememorar la figura de Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, así como su genial obra, el Libro de Buen Amor, una de las composiciones más importantes de la Literatura Española.
A Manuel Criado de Val se le reconoce la creación del festival y la adaptación del título a la escena, hecho que se evidencia durante el primer fin de semana de julio.
Los actos principales del festival giran en torno a la representación teatral que tiene lugar al anochecer en las ruinas de la iglesia de San Pedro y el torneo medieval en el Palenque.