El momento para la pequeña gran historia local ocurrió a las 10 de la mañana del 21 de noviembre de 2007, miércoles para más señas. El Corte Inglés abría por primera vez sus puertas en Guadalajara y esperaba recibir a más de 10.000 clientes en su primer día de apertura al público.
Cinco minutos antes de las diez de la mañana se arracimaban unas 200 personas ante las puertas del establecimiento, al que muchos de ellos habían accedido a pie por el túnel de la calle Sigüenza. La pasarela que lo conecta con el Parque de la Amistad aún no estaba terminada de instalar.
En esos mismo momentos, un grúa de colosales dimensiones impedía el tráfico en sentido ascendente a la altura del centro comercial, con lo que los vehículos tenían que franquear la mediana y retroceder por los carriles de sentido contrario. Fueron momentos de caos circulatorio y de gran curiosidad entre los primeros clientes, como reflejó LA CRÓNICA DE GUADALAJARA desde minutos después, en una información de alcance firmada por Juan Barrio.
Pese al miedo existente por el presumible caos circulatorio, las primeras horas se están viviendo con retenciones, sí, pero sin que sus efectos llegaran ni a Cuatro Caminos ni a la A-2. Los policías locales desplazados hasta esa complicada intersección no tuvieron apenas trabajo a lo largo de la mañana, según reseñaba este diario. Nada parecido a lo que se viene produciendo desde hace años, sobre todo en Ferias.
Declaraciones del director del centro de El Corte Inglés en Guadalajara
El primer director de El Corte Inglés e Hipercor en Guadalajara, Emilio Miragaya, en declaraciones a LA CRÓNICA DE GUADALAJARA, se mostraba satisfecho de la respuesta de los ciudadanos en estas primeras horas que el centro lleva abierto.
Miragaya, aun siendo cauto, esperaba recibir a cerca de 10.000 personas, a lo que hay que sumar los 6.000 coches, que se vaticinaba iban a utilizarse para llegar hasta el centro durante las doce primeras horas en que permanecería abierto.
Lo más complicado no se esperaba, con todo, para ese miércoles 21 de noviembre de 2007, sino para el inmediato sábado y el domingo, que también abrió.
Vísperas con prisas
Con el olor a nuevo que daba el no haber sido inaugurado todavía, un grupo de periodistas hbía podido recorrer dos días antes las instalaciones de El Cortes Inglés en Guadalajara. Una visita donde lo primero que llamaba la atención era todo aquello relacionado con los accesos al propio centro, que salvo milagro difícilmente parecía que pudieran estar a punto para el momento marcado para la apertura.
En lo que hace referencia al interior, el aspecto era mucho mejor, pues restaban únicamente pequeños detalles por resolver de tipo logístico.
Curiosidad había también por conocer todo aquello relacionado con la arquitectura, cuyos detalles fueron desvelados por Antonio Bitón, arquitecto encargado de proyectar el diseño: “El conjunto arquitectónico combina un variado dinamismo de colores y formas, atenuado por las líneas de las cubiertas a lo que hay que unir los tres niveles comerciales que tiene la construcción: el más bajo destinado al área de hipermercado y los dos restantes, a la firma de El Corte Inglés”, comentó el autor.
“Fachadas limpias, claras, marmóreas, volúmenes tangenciales, salientes, triangulados, en recuerdo del logotipo de la empresa. Todo esto perfectamente contorneado de tres enormes olas que ordenan el conjunto, a través de los lucernarios que cabalgan desencadenando un complejo motivo metálico”, seguía describiendo, entusiasmado.
Sin licencia hasta el último momento
Hasta la víspera de la inauguración no hubo licencia de apertura del centro de El Corte Inglés en Guadalajara. Ese día, los técnicos municipales responsables giraron la visita de inspección al centro comercial, donde aún se trabajaba y donde los operarios no habían descansado durante todo el fin de semana.
Al final, todo llegó a tiempo, hace ya una década.