El consejero de Desarrollo Sostenible, José Luis Escudero, ha visitado la piscifactoría ‘Rincón de Uña’, ubicada en el entorno del Parque Natural de la Serranía de Cuenca. Desde el ecologismo, esta forma de producción alimentaria es muy cuestionada, como recogía meses atrás un reportaje de eldiario.es
Durante el recorrido, en el que estuvo acompañado por el delegado provincial de Desarrollo Sostenible en Cuenca, Rodrigo Molina, Escudero ha subrayado el valor de las piscifactorías como herramientas para “promover la educación ambiental entre la sociedad castellano-manchega”, así como el papel de este centro en “la conservación de la trucha común, especie autóctona en la región y la recuperación de su ecosistema fluvial de forma sostenible”.
Esta piscifactoría, creada en 1975, es la única instalación de Castilla-La Mancha especializada en la producción de la trucha común. Su actividad se orienta a un programa de educación ambiental mediante visitas guiadas donde los técnicos explican el proceso de recuperación de la trucha común y otras especies piscícolas características de la zona.
Además, dispone de un espacio destinado a la cría de la trucha común con diferentes canales de derivación y alimentación del agua, además del laboratorio y otras instalaciones. La producción de truchas durante 2018 en esta piscifactoría alcanzó los 268.906 ejemplares.