En las últimas semanas, se han redoblado las críticas en otras partes de España contra los llamados «cojines berlineses», esos resaltes de goma que incomodan a los conductores de coche. En Guadalajara no consta que haya habido ninguna protesta similar, más allá de los exabruptos o improperios que pueda lanzar cada conductor cuando roza el techo con la coronilla por culpa de la violenta reacción del vehículo al pasar por esos reductores de velocidad… en una ciudad que ya tiene límite general, como cualquier otra.
Los «cojines berlineses» comprometen, sobre todo, la estabilidad de quienes los pisan en moto. Es la guerra contra los limitadores de velocidad, que en su día tuvo como campo de batalla los llamados «guardias tumbados», que suponían auténticas barreras a lo ancho de la calzada, sin más límite de altura que la temeridad del alcalde de turno.
Según confirmaba este diario hace meses en la Policía Local de Guadalajara, la mayor supuesta ventaja de los cojines berlineses es que los conductores de autobuses los esquivan sin dificultad, pasando por encima de ellos por la mayor anchura del paso de ruedas de sus vehículos. Otra cuestión, bien distinta, es para los turismos: superarlo sin dejar el coche prácticamente parado es poner a prueba la suspensión del coche y, a la larga, comprometer su duración.
La propia Policía Local de Guadalajara ya recomendó en su día en LA CRÓNICA que la mejor manera de pasar un cojín berlinés es no evitarlo, sino cuadrar el coche perpendicularmente y superarlo a baja velocidad, intentando que las cuatro ruedas pasen por los lados inclinados al mismo tiempo. En la capital alcarreña siempre ha sido fácil la «técnica» de algunos que se empeñan en esquivarlos, invadiendo para ello el carril contrario, venga o no de frente otro vehículo.
El RACE, en su web, ya proporcionaba en 2016 un buen número de consejos para que tanto el conductor como el coche puedan superar con éxito todos estos obstáculos:
- Anticipa la llegada de un badén para no pegar el frenazo en el último momento. Pisar el freno fuerte cuando ya estamos entrando en el resalto no evitará el golpe, consejo a tener en cuenta especialmente por los conductores de coches deportivos con carrocería más cerca del suelo. Elementos interiores del vehículo –como frenos y amortiguadores- pero también externos de la carrocería se verán afectados con el golpe y un posible roce.
- Al pasar por el badén no pises el pedal del embrague ni acciones la caja de cambios.
- No recurras al punto muerto cuando pases por un badén, lo único que podrías conseguir es tener menos control del coche.
- La solución para evitar las molestias en los ocupantes y las averías en el coche es circular despacio en zonas con badenes. Los amortiguadores y anclajes de las suspensiones te lo agradecerán, por no hablar de los pasajeros. Además, si pasas muy rápido y hay un agujero o alguna zona en mal estado podrías incluso hasta reventar un neumático.
- Y nada de esquivar el badén con una rueda ¡lo hacen muchos conductores! Pero al hacerlo así no se reparte el peso y puede provocar un aumento de la deformidad, no sólo de los muelles de la amortiguación, también de los neumáticos. ¿Cómo hay que hacerlo? Pasando las dos ruedas de cada eje a la vez.
- Se aconseja acelerar ligeramente al salir del badén para hacer más progresiva y suave la incorporación de nuevo a la calzada.