La Junta Local de Gobierno Local en el Ayuntamiento de Guadalajara marcará este martes la hoja de ruta para la retirada, «en breve», del andamio que desde hace 16 años tapa la antigua fachada del ‘Maragato’, indeseada seña de identidad de la Plaza Mayor y de la propia ciudad desde hace más de tres lustros.
Lo que ahora sostienen los responsables municipales es que, una vez adoptado este radical cambio de postura avanzado por LA CRÓNICA ya el pasado sábado, en unos meses se verá la demolición de dicha fachada y el inicio de las construcción de viviendas, que ocuparán ese solar y el contiguo, que es el que pertenecía al edificio de la antigua zapatería «Marelvi». La condición que se ha puesto a la empresa es preservar la galería encontrada junto a la Calle Mayor, una medida que el promotor ya venía proponiendo y defendiendo hace un año. Ha sido ahora, precisamente, un estudio técnico entregado por la mercantil, en el que acredita lo peligroso de manipular para su preservación la fachada, el que ha zanjado el asunto.
El primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, Rafael Pérez Borda, ha planteado ‘in situ’, este lunes, que se trata de dar solución al problema de los solares de la Calle Mayor, 2 y Plaza Mayor, 8, previendo «que el proyecto de demolición de la fachada no se demore mucho, de acuerdo a los plazos previstos».
El proyecto de demolición de este edificio data de mayo de 2006. Se trata de un inmueble incluido en el catálogo de edificios de interés cultural e histórico-artístico. Y aunque uno de los principales problemas para actuar en el mismo hasta ahora estaba en el mantenimiento o no de la fachada, finalmente, el informe de Cultura y de los técnicos municipales han coincidido en que «se hace inviable» su conservación por cuestiones técnicas, aunque con la «obligatoriedad» de reproducirla fielmente, y lo que ahora se prioriza es la necesidad de conservar el sótano, por su supuesto valor histórico.
Pérez Borda ha recordado la realización el pasado año, como reflejó extensamente LA CRÓNICA en un reportaje en exclusiva, de los estudios arqueológicos requeridos por la Consejería de Cultura, a través de Patrimonio, y los hallazgos «de alto valor histórico, pero de escasa relevancia en cuanto a conservación y musealización, a excepción del sótano de una de estas fincas».
Así las cosas, el informe realizado por la Consejería de Cultura exige ahora el mantenimiento y conservación de este sótano por sus galerías con arcos y pilares de ladrillo «de alto valor histórico», no así de la fachada, que sin embargo, aunque se podrá tirar, habrá que rehacer con similares características.
El informe ha sido avalado también por los técnicos municipales y este martes, en Junta Local de Gobierno, se le dará luz verde.
En un mes, el proyecto de ejecución
En todo caso, según ha explicado el concejal de Urbanismo, el agente edificador tendrá la obligación, en el plazo de un mes, de presentar el proyecto de demolición de la fachada, así como el proyecto de ejecución para la licencia de obra, que deberá remitirse a la Consejería de Cultura en Guadalajara para que dé su visto bueno y poder empezar las obras pertinentes.
Para el primer teniente de alcalde, son dos buenas noticias. «El andamio de la Calle Mayor será retirado en breve y el plan de la edificación de estos dos solares sigue en marcha y más pronto que tarde será realidad».
De momento, Pérez Borda no ha sabido concretar si cuando estos locales estén edificados los sótanos serán de acceso público o habrá condicionantes, pero lo que sí ha precisado es que «está claro que se van a conservar, porque son de interés para la ciudad».
Las bases del programa edificatorio que se redactaron en su día recogían la construcción de seis viviendas «de grandes dimensiones» y según el concejal de Urbanismo, hoy por hoy es lo que hay a expensas de que se presente el proyecto básico definitivo para licencia y verificar todos los detalles.