A lo largo de la semana, las redes sociales se han incendiado con la reproducción de un vídeo en el que, paradójicamente, lo más importante era el audio y no la imagen. Aunque no se veía a persona alguna, sí se escuchaban claramente los berridos de un hombre, que en un tono totalmente desaforado vejaba de palabra gravemente a quien, se deducía, era una trabajadora en una dependencia municipal.
Desde el primer momento se atribuyó al alcalde de Fontanar, Víctor San Vidal, ser el protagonista activo de esa muy desagradable escena. Según avanzaba la polémica, el propio alcalde emitía un comunicado en el que asumía que, en efecto, el responsable era él.
El propio alcalde habría reconocido los hechos, si nos atenemos a un comunicado de muy incierta difusión, ya que no aparece siquiera en su perfil de Facebook. Además, ha asegurado que en estos momentos se encuentra de baja «por problemas de salud mental» derivados del «estrés acumulado y la extrema tensión nerviosa». También afirma haber pedido disculpas a la afectada.
San Vidal planteaba lo siguiente:
«El pasado domingo 3 de marzo ocurrió un incidente en la Casa de la Juventud de Fontanar del que me arrepiento profunda y sinceramente.
Todos quienes me conocen saben que ese comportamiento no es propio de mí, y que mi carácter es profundamente pacífico, tolerante y respetuoso. Lo que sucedió fue absolutamente excepcional y tiene una clara y lamentable explicación: una situación de estrés acumulado y extrema tensión nerviosa que llevo arrastrando desde hace algún tiempo, debido a una gran carga de trabajo y las responsabilidades que ejerzo con enorme carencia de medios, así como a una situación de persecución mediática y judicial de la que todavía me defiendo, y que me hizo explotar en el momento más insospechado.
He acudido a los Servicios de Salud Mental y me han diagnosticado esta afección y me han dado una baja temporal y me han sometido a tratamiento para superarlo. Me dicen que, lamentablemente, estoy en una situación que, desde la pandemia, está afectando a muchos jóvenes (sic), y que es preciso abordar médicamente. Pero de ello se sale con la debida atención, y en plazo no muy largo.
Inmediatamente le pedí perdón a la afectada, que me lo concedió (pues tenemos muchos años de buena relación) y ahora (que interesadamente se ha hecho público este suceso, para hacerme daño públicamente), lo pido también de forma pública a su familia y a la sociedad en general».
Reacciones políticas
A estas alturas, el asunto ha pasado a otro nivel, al haberse unido el PSOE y el PP para pedir, conjuntamente, la dimisión de San Vidal. Lo han hecho con un comunicado dirigido a la corporación.
Ambos partidos destacan que en el vídeo «se escucha a una persona vejando, insultando y maltratando a otra en la Casa de la Juventud de nuestra localidad».
«Tras el comunicado del señor alcalde Víctor San Vidal Martínez, asumiendo los hechos ocurridos en la casa de la juventud, consideramos imperativo solicitar la dimisión inmediata de Víctor San Vidal como alcalde, así como de cualquier concejal que haya intentado encubrir estos lamentables hechos y/o no haya mostrado repulsa ante los mismos». Insisten en considerar que «la dimisión es necesaria para preservar la integridad y la confianza de la comunidad en las instituciones locales».
«Estos hechos son repugnantes, inasumibles y no debemos consentir que alguien que ostente estos cargos siga representando a los vecinos de Fontanar», abundan desde el PP y el PSOE, unitariamente.
Con anterioridad, Unidas Fontanar había mostrado también su oposición frontal a lo ocurrido.