Sin querer, Juan Ortega ha puesto Checa en el mapa. Al menos, en el mapa de los periodistas de Madrid, necesitados de noticias durante este largo puente de la Constitución y la Inmaculada.
El torero, que se ha hecho famoso más allá de los aficionados a la tauromaquia con su espantada en el mismo día previsto para su boda, hace que muchos se pregunten dónde está después de desaparecer el pasado sábado, el día de autos.
En efecto, no se le ve públicamente desde que el 2 de diciembre decidiese, una hora antes de su compromiso matrimonial, dejar plantada casi en el altar a Carmen Otte. Desde ese momento, su nombre suena con fuerza en los medios de comunicación que no han dudado en titular la polémica como «la mayor espantá del torero».
Este viernes, Europa Press hablaba con el alcalde de Checa, el pueblo de los padres de Juan Ortega. Ha comentado de qué modo el pueblo ha recibido la noticia sobre el diestro, conocido allí desde que era un crío: «No creo que le pase factura a nadie, son cosas que pasan y no creo que haya que darle más importancia».
Jesús Alba le restaba importancia a lo sucedido, asegurando que «yo creo que son cosas… cada uno tiene su vida; quien la lleva, la entiende no pasa nada, no le damos más importancia».
Una familia muy querida en Checa
Además, el alcalde ratifica que en el pueblo Juan es muy querido. Incluso revela que Carmen Otte también ha ido en alguna ocasión junto con él, por lo que no queda otra que «respetar la decisiones de cada persona; la familia de esta chica nos consta que es de una familia sencilla y buena».
Eso sí, Jesús Alba deja claro ante el periodista que aunque ha ido al pueblo, no conoce personalmente a la cardióloga en persona: «No, no, no por la información que tenemos, la chica ha estado aquí alguna vez, no le ponía cara, pero una familia muy sencilla y buena por ambas partes».
Por último, el alcalde recuerda la vinculación del torero con Checa: «Sus padres son de aquí, del pueblo. Es una familia de ganaderos muy querida del pueblo y al chaval todos le queremos. Una familia sencilla, ejemplar y muy querida en el pueblo. Su padre trabajaba fuera, se fueron del pueblo, pero en los veranos vienen y estamos orgullosos, claro, aquí varios del pueblo han sido toreros pero al nivel de Juan no ha llegado ninguno».
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