Fue en la noche del miércoles, coincidiendo con el estreno de la nueva iluminación LED del Ayuntamiento de Guadalajara, cuando el alcalde aventuraba en público una fecha, no demasiado inminente, para el derribo de la fachada del «Maragato», bien conocido por su ostentoso andamio.
Alberto Rojo aseguraba este 27 de julio que el solar quedará diáfano «pronto». El tristemente famoso andamio «pasará a la historia» con la construcción de un nuevo edificio con una réplica exacta de la fachada actual que, según el propio alcalde, será demolida «a la vuelta del verano». Más exactamente, según las fuentes municipales consultadas por LA CRÓNICA, el momento preciso podría ser finales de octubre.
Para llegar a ese punto, no obstante, faltaría disponer del preceptivo informe de Cultura, comunicar la oportuna licencia a la propiedad y que esta acometa los trabajos necesarios, para lo cual tiene un margen de al menos otros dos meses.
Más vegetación en el centro de Guadalajara
Alberto Rojo afirmó también este miércoles que el mandato finalizará con una imagen de la Plaza Mayor «muy diferente» a la actual. Anunció que tanto la Plaza Mayor como distintos espacios del casco histórico verán renovado el mobiliario urbano próximamente y que también se dotará a toda la zona centro de mayor presencia de vegetación.