Desde los primeros esbozos a la recreación de la obra completa, los dibujos son el rastro del artista que queda relegado a la vista del mundo, hasta ahora. La colección de dibujos españoles e italianos del siglo XVI de la Biblioteca Nacional de España, comisariada por Gonzalo Redín Michaus y Benito Navarrete Prieto, profesores del departamento de Historia y Filosofía de la Universidad de Alcalá, trae al gran público uno de los mayores tesoros artísticos del país.
En el fondo, donde hay más de 80.000 obras desde el siglo XV, se disfrutará de autores como Lozzaro Tavarone, Filippo Bellini o Angelino Medoro. Una investigación que podrá visitarse hasta el 16 de enero de 2022 en la Sala Hipóstila de la Biblioteca Nacional de España, en la cual se podrá apreciar la maestría de esta disciplina a partir del trabajo de ambos profesionales de la UAH, quienes contestan a esta entrevista.
El último catálogo de la colección se remonta a 1906, por lo que, pese a las diferentes aportaciones que se han realizado hasta la fecha, la investigación ha arrojado un importante número de novedades: aproximadamente la mitad de los dibujos expuestos son inéditos o bien han sido nuevamente atribuidos.
“La colección de la BNE es muy amplia, y nunca se había abordado un estudio detallado de la parte referente al dibujo español e italiano del siglo XVI. La exposición y el volumen que recoge la investigación son resultado de un proyecto sufragado por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad en el que han colaborado la BNE y la Universidad de Alcalá, con mi propio trabajo y el del profesor Navarrete, reconocido especialista en dibujo español y autor de un trabajo fundamental sobre los dibujos españoles en la colección del Gabinete de dibujos de los Uffizi en Florencia”, comentan los investigadores.
El dibujo como encuentro de culturas
Durante la búsqueda, ambos realizaron un trabajo de campo para delimitar, en primer lugar, el alcance de la colección, pues muchos dibujos estaban adscritos a otras escuelas. Seguidamente, se ha realizado un análisis formal de los folios y, después, se ha intentado, con la ayuda de un amplio equipo de expertos nacionales e internacionales, averiguar su procedencia y autoría. A las novedades y precisiones realizadas en el catálogo de la colección por los especialistas y el equipo de expertos nacionales e internacionales, hay que añadir las relativas a los estudios sobre la procedencia de los dibujos y sus marcas de coleccionista, y a la asimilación de los modelos italianos por parte de los artistas españoles, cuestión abordada en particular por el profesor Navarrete.
“En la Italia del Renacimiento, el dibujo era una herramienta de trabajo del artista, pero también tenía un carácter intelectual y era a menudo un fin en sí mismo. Por el contrario, en España era solo un medio de trabajo, y su personalidad estaba todavía conformándose en el siglo XVI gracias a las aportaciones de los artistas flamencos e italianos que llegaron a España”, explican Benito Navarrete y Gonzalo Redín, “desde el punto de vista estilístico, el dibujo español se caracteriza por el uso de la pluma y la tinta con efectos caligráficos que enfatizan el movimiento de la superficie sin buscar la ilusión de profundidad y relieve propia, en general, del dibujo italiano”.
“Los dibujos muestran el proceso creativo del artista: desde una primera idea, apenas rasguñada sobre el papel, hasta una composición, ya terminada, que presenta por anticipado el resultado de la obra que sería pintada, esculpida o construida. Por lo que respecta a su relevancia, eran antes un medio que un fin, y la fragilidad de su material ha dificultado su conservación a lo largo de los siglos”, apuntan.
La importancia de esta exposición
La importancia de dar a conocer los fondos en esta muestra radica, subrayan los profesores de la UAH, en que la exposición permite conocer la riqueza de los fondos de la biblioteca. Además, “permite comprender la estrecha relación entre la cultura española e italiana del momento y la importancia del dibujo italiano y de los artistas italianos –especialmente de aquellos que vinieron a trabajar a España– en la configuración de la personalidad del dibujo español”.
Ambos están satisfechos con la recepción del trabajo elaborado en estos últimos años, “incluye pequeñas fotografías que permiten entender, en un solo vistazo, el papel que desempeñaron estos folios en la concepción de unas obras que se han conservado hasta la fecha. El catálogo, publicado en italiano por De Luca y en castellano por la Biblioteca Nacional de España, está teniendo una extraordinaria acogida”.