El pasado miércoles se desmantelaba en Alcolea del Pinar, en una operación de la Guardia Civil, una plantación de marihuana de alto rendimiento. Lo más sórdido estaba dentro del edificio que servía de cobijo para la plantación: dos albaneses malvivían allí, en pésima condiciones, casi como esclavos, al cuidado de 3.000 plantas de marihuana en avanzado estado de crecimiento. Según ha podido confirmar LA CRÓNICA, estaban ya casi listas para ser cosechadas y puestas en el mercado.
Los dos súbditos albaneses que se encontraban allí fueron detenidos, al igual que el español que, con residencia en la Comunidad de Madrid, era el responsable último de este delictivo negocio.
La operación se inició el pasado mes de abril, al detectar la Guardia Civil que en un edificio a medio construir, levantado en las afueras de Alcolea del Pinar, se podría estar cometiendo alguna actividad ilegal.
Confirmadas las sospechas de que un grupo de personas se estaban dedicándose al cultivo de marihuana, se solicitó al Juzgado de Instrucción de Sigüenza el correspondiente auto de entrada y registro.
Las 3.000 plantas de marihuana intervenidas han arrojado un peso de unos 680 kilogramos.
Según destacan desde la Comandancia de Guadalajara, «se trata de una importante aprehensión, ya que esta instalación de alto rendimiento estaba acondicionada y preparada para rendir todo el año, pues se encontraba perfectamente aislada y en el extrarradio de la localidad, para así dificultar su detección».
Lámparas de bajo consumo y alto rendimiento
También ha sido intervenido numeroso material, como 6 aparatos de aire acondicionado de gran potencia, 81 lámparas led, 152 portalámparas reflectantes, gran cantidad de transformadores eléctricos, 5 filtros de carbono, ventiladores, bombas de agua y diverso material para la elaboración y envasado de la droga.
Para el funcionamiento de la instalación era necesario un elevado consumo de energía eléctrica, a pesar de las lámparas led empleadas, motivo por el que los detenidos habían practicado un enganche ilegal, tras haber manipulado el contador eléctrico.