Doce años al frente del Ayuntamiento de Guadalajara dan para mucho, hasta el extremo de que colocar el retrato de Antonio Román en la galería de antiguos alcaldes obligará a recomponerla en su totalidad… salvo que a alguno le den deseos irrefrenables de colgarlo justo detrás de una puerta, que es el hueco más a mano.
Ahí lo tienen bien reflejado, en nuestra galería gráfica, para que sugiera usted las mejores posibilidades. Algún funcionario hasta podría agradecérselo, amigo lector.
La sucesión de alcaldes con foto termina por ahora en Jesús Alique, el más cercano al despacho de Alcaldía (y eso usted lo interpreta como quiera). Le precede un descolorido José María Bris, que antecede a su vez a Fernando Revuelta, tan fugaz como presente para quienes siempre le deseamos lo mejor.
Entre medias de todo, el extintor, aunque para apagar incendios lo mejor es no provocarlos, claro.
Ahí va un reto. Y una tentación.