La Policía Nacional ha detenido a diez personas en Córdoba y Ciudad Real que eran miembros de una organización dedicada, presuntamente, a la venta de picadura de tabaco a domicilio a través de paquetería. El principal investigado habría realizado más de 16.500 envíos a toda España sumando un total de 54 toneladas de tabaco en picadura, por los que habrían obtenido más de un millón de euros.
Los paquetes eran trasladados desde Córdoba hasta Ciudad Real en furgonetas y estaban perfectamente embalados y listos para su envío en bolsas individualizadas de un kilo, cerradas al vacío y con granos de café para camuflar el olor.
Los agentes han realizado cinco registros en los que han intervenido 4.000 kilos de picadura de tabaco, maquinaria para su procesado, envasado y empaquetado, y 287.000 euros, según ha informado la Policía Nacional en una nota de prensa, recogida por Europa Press.
La investigación comenzó en enero cuando los agentes tuvieron conocimiento de la actividad de una empresa de paquetería, ubicada en Ciudad Real, que estaba efectuando envíos masivos de picadura de tabaco con destino a toda España. Tras las gestiones comprobaron que los paquetes eran trasladados desde Córdoba hasta Ciudad Real.
El surtido de paquetes era variado, siendo los más habituales los que contenían uno, dos o tres kilos de picadura en su interior, y dentro de cada paquete había bolsas individualizadas de un kilo, cerradas al vacío, para evitar la expansión de olores.
La organización alquilaba naves a las que llegaba la picadura de tabaco, procedente del sur de España, en cajones de 115 kilos. En ellas, disponían de una cadena de trabajo, siendo secado en primer lugar para, una vez obtenida la humedad precisa, ser picado con maquinaria específica y, a continuación, envasarlo al vacío en bolsas de plástico transparentes. Por último, metían las bolsas en cajas de cartón que precintaban e introducían en bolsas de la empresa de paquetería.
Para el transporte utilizaban vehículos de alquiler que cambiaban semanalmente con el objetivo de dificultar su localización. Además, en los desplazamientos utilizaban vehículos de lanzadera para detectar y evitar posibles controles policiales.
Los agentes acreditaron más de 16.500 envíos realizados en tan solo 5 meses sumando 54 toneladas de tabaco en picadura y obteniendo un beneficio de 1.310.000 euros. Los reembolsos por los envíos eran remitidos, en su totalidad, a la cuenta corriente del principal investigado.