¿En su trabajo le admitirían que sólo hiciera bien su tarea diaria una vez de cada cuatro? ¿A un camarero le soportaría usted si le vertiera el café del 75 por ciento de las tazas que sirviera? ¿En un banco aceptarían errores en tres de cada cuatro apuntes en las cuentas de los clientes? Pues a ese nivel de impericia se movía el joven que ha sido detenido por la Guardia Civil en Pioz, al que acusan de haber emprendido una cadena de robos sin salir de la urbanización en la que vive… con resultados bastante cuestionables en lo tocante a la eficacia cada vez que pasaba la valla de los chalets que pretendía desvalijar.
El detenido, de 26 años de edad, es el presunto autor de 12 delitos de robo con fuerza en el interior de viviendas de una urbanización de Pioz en la que, para mayor abundamiento, reside. De la docena de casos, 3 son robos consumados y los otros 9 sólo en grado de tentativa.
Robos en «Los Charquillos»
El Equipo Roca de la Comandancia de la Guardia Civil de Guadalajara, que se dedica a la seguridad ciudadana en el medio rural, venía investigando una serie de robos que se cometieron en un corto espacio de tiempo en la urbanización «Los Charquillos», dentro del término municipal de Pioz. La Guardia Civil había recibido entre los días 7 y 10 de octubre nada menos que 12 denuncias de ciudadanos residentes en la citada urbanización en las que se comunicaban estos hechos.
Todos los robos seguían un idéntico patrón: rompía la valla de la parcela de las viviendas y el ladrón arramblaba con todo lo que se ponía a su alcance, desde bicicletas hasta material deportivo vario, pasando por herramientas e incluso un robot de piscinas. En otras ocasiones, que resultaron ser la inmensa mayoría, el sujeto abandonaba el lugar sin robar nada.
Decisivo resultó el testimonio de uno de los vecinos perjudicados, que sorprendió al ladrón dentro de su propiedad. Con los datos facilitados, la Guardia Civil ha terminado por detener al joven al que atribuyen la autoría de los tres robos…y los intentos fallidos.