Las inspecciones en establecimientos de hostelería realizadas a finales de febrero y principios del mes de marzo por la Policía Nacional en Talavera de la Reina, dentro del ´Plan estratégico de respuesta policial al consumo y tráfico de drogas en zonas, lugares y locales de ocio´, han puesto al descubierto que había tres bares en la ciudad que se dedicaban a la distribución de cocaína a pequeña escala. En la actuación más relevante, los agentes se incautaron de 50 dosis de cocaína dispuestas para su venta que estaban ocultas en un doble fondo de una de las mesas del local y detuvieron a la camarera y propietaria del local, una mujer de 23 años.
En nota de prensa, la Policía ha informado de que las dos primeras requisas se realizaron en dos bares que ya habían levantado las sospechas de los investigadores, ya que era frecuente que accediesen a ellos diferentes personas que permanecían escasos minutos en el interior y a continuación abandonaban el lugar.
El registro en uno de ellos permitió descubrir cuatro envoltorios de cocaína dentro de un pastillero que estaba oculto tras una máquina frigorífica, además de un pequeño habitáculo camuflado en el marco de una puerta que, aunque se encontraba vacío, supuestamente se utilizaba para esconder estupefacientes.
En el otro establecimiento no fue posible hallar droga, si bien se encontró un machete de grandes dimensiones y restos de los útiles que se suelen emplear para preparar las dosis con las que se distribuye la droga al «menudeo».
Tanto los propietarios de ambos locales como un cliente que fue identificado en el interior, fueron sancionados por tenencia de sustancias estupefacientes.
La actuación más relevante se llevó a cabo el pasado 5 de marzo, en un establecimiento de hostelería situado en el centro de la ciudad, donde se realizó una requisa que permitió incautar 50 dosis de cocaína dispuestas para su venta que estaban ocultas en un doble fondo de una de las mesas del local.
Además, se localizaron también varios botes de desodorante habilitados para ocultar en su interior sustancias estupefacientes, así como diversas cajas de plástico de pequeño tamaño escondidas en lugares poco accesibles.
Tras el hallazgo, se detuvo a la camarera y propietaria del local, una mujer de 23 años de edad que no tenía antecedentes por hechos similares y que se enfrenta a responsabilidades penales como presunta autora de un delito de tráfico de drogas.
A pesar de que las medidas de confinamiento de la población y el cierre de los establecimientos de restauración han alterado el «menudeo» de estupefacientes, la Policía Nacional continúa persiguiendo estas conductas, que en el momento actual pueden valerse de otros medios para distribuir la sustancia.