A las diez de la mañana del lunes, 4 de febrero de 2024, los vecinos de Guadalajara han pasado a tener menos dinero en sus bolsillos. Tras la notoria subida del IBI, que se acercará al 20% en los próximos recibos, las economías domésticas vuelven a a sufrir una decisión municipal gravosa, pese a que tanto PP como Vox, que la auspician, se presentaron a las elecciones con proclamada voluntad de reducir los impuestos locales.
El recibo de basuras para una vivienda tipo se incrementará en 15,55 euros más al año, pasando de 102,85 euros a 118,40 euros a partir de ahora. Restaurantes y comercios pagarán 78 euros más (hasta los 591 euros en total al año). Las industrias tendrán un recibo anual de 946 euros. Dicho de otro modo, la tasa de basura se acaba de incrementar un 15,1%
A todo esto, el concejal responsable, Alfonso Esteban prefiere subrayar que el incremento supone «algo más de un euro al mes» para el contribuyente.
Incremento de la tasa, con origen en la Diputación
La justificación técnica es clara: estamos ante una tasa y las tasas, por exigencia legal, deben tender a cubrir el coste total del servicio. Así lo han razonado desde la Diputación, cuando han incrementado sustancialmente lo que cobran a los ayuntamientos por la gestión de la planta de reciclado de Torija. Concretamente, al consistorio de la capital eso le supone abonar 58,46 euros por cada tonelada, frente a los 26 que se pagaban hasta ahora desde las arcas municipales.
Nadie ha negado esos datos, pero sí se ha discutido la solución tomada. Susana Martínez, de Aike, ha recordado que en Cabanillas los vecinos no van a pagar más, puesto que el Ayuntamiento que preside José García Salinas ha decidido asumir el mayor coste de los servicios de tratamiento que gira la Diputación
Una cuestión que ha quedado pendiente de mejor ocasión es la reforma de la ordenanza fiscal vigente, que data de 2004 y no diferencia las viviendas y los comercios por su tamaño. Todos los grupos están de acuerdo en que hay que modificarla, para que quien más basura produce pague más. Ahora mismo, con los medios técnicos disponibles, es imposible aplicarlo así. Tampoco es posible siquiera aventurar cuándo se conseguirá.