En dos semanas se van a adelantar los plazos previstos de vacunación en Castilla-La Mancha, gracias al acelerado ritmo que se ha conseguido en el último mes. De esta manera, está previsto que este mismo viernes empiecen a ser vacunados los residentes en la región de entre 40 y 49 años años de edad.
Este acelerón provocará igualmente que los mayores de 30 años puedan estar vacunados en primera dosis en el mes de junio. Así lo ha aventurado este jueves el presidente regional, que ha recibido la vacuna de Janssen.
Los que no quieren vacunarse, que se lo piensen
Page ha apelado al «mínimo porcentaje» de ciudadanos que aún rechazan la vacuna para que opten por recibirla ahora que se sabe con seguridad que «son efectivas».
«Hay una enorme salud en nuestro sistema de salud. La gente sale encantada de la vacunación, y tiene mucho que ver con la tranquilidad, la serenidad que se transmite en los centros de salud, en los hospitales», ha destacado el líder del Ejecutivo autonómico.
A su modo de ver, la vacunación en la región ha estado marcada por «la austeridad de Castilla», sin problema de espacio, sin conflictos ni pelea y «organizando la conservación necesaria de las vacunas con la gestión de los recursos humanos».
Aunque ahora se está perdiendo «a marchas forzadas el miedo», aún «no conviene perder la prudencia», menos aún con la expectativa de llegada del turismo y el aumento de la movilidad.
Por ello, ha instado a que «al más mínimo síntoma» de coronavirus el afectado se ponga en contacto con los servicios sanitarios para evitar nuevos brotes.
En todo caso y «afortunadamente», el segmento poblacional más vulnerable ya está inmunizado, según ha destacado.
Los políticos, por su turno
García-Page ha defendido que la estrategia de vacunación en Castilla-La Mancha ha sido «no alterar el ritmo de las pruebas ni de las vacunas» para dar prioridad a los dirigentes políticos a la hora de recibir la vacuna, aunque ese movimiento también podría ser «legítimo» según ha argumentado.
En alusión al PP regional, ha recordado que es «la única oposición» en España que ha pedido que los gestores políticos se vacunaran en primer lugar. Pero, en cambio, la decisión fue que «todos esperaran su turno» para recibir la vacuna.