El consejo de administración de SEPES, más conocido en Guadalajara por no haber acometido el arreglo del puente de Aguas Vivas, acaba de acordar la compra de dos parcelas en el remate de las Cañas, que hasta ahora eran propiedad del Ministerio de Defensa y que se encuentran en las inmediaciones de lo que será futuro acuartelamiento del GEO, junto a la Ronda Norte.
Ese suelo estaba hasta ahora a nombre del Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa (INVIED), que lo había recibido del Ayuntamiento de Guadalajara como compensación por la cesión del Colegio de Las Cristinas para la ampliación del campus de Guadalajara.
Se trata más concretamente de las parcelas B1 (de 2.092 metros cuadrados) y que está valorada en algo más de medio millón de euros, así como la B7 (4.583 metros cuadrados) y mucho mayor valor, puesto que se ha tasado en 2.262.000 euros.
Ambas parcelas se dedicarán, presumiblemente, a la construcción de vivienda de protección pública, quizá 105 pisos según las estimaciones del Gobierno, que hace más de un año ya sugirió el uso que ahora se vuelve a publicitar para ambas parcelas.
De cuatro parcelas, ya sólo queda una
Por el lejano acuerdo antes citado, planteado para ser firmado en 2015 cuando Antonio Román todavía era alcalde pero que no se firmó hasta años después, Defensa recibió no dos, sino cuatro parcelas, por un valor teórico de 8 millones de euros, según lo expuesto en su día.
Además de las parcelas antes citadas, la más grande supera ampliamente una hectárea de extensión, en la zona próxima al actual acuartelamiento del GEO, un polígono de suelo terciario que antes o después se irá ocupando y que está plenamente urbanizado, a las puertas de Guadalajara. Esa parcela tiene una superficie de más de 12.000 metros cuadrados.
Y la cuarta, de la que se está deshaciendo en estos días el Ministerio de Defensa, ha sido comprada por una filial de Hercesa y son muchos los que la han pisado en los últimos tiempos, incluso desconociendo sus circunstancias: está ubicada cerca de la Avenida de Juan Pablo II y es la que permitió al Ayuntamiento aumentar el recinto ferial durante el mandato de Alberto Rojo, una vez decidido el traslado de las atracciones desde el otro lado de la A-2 a los alrededores de la fuente de la Niña y San Roque.
Según ha podido confirmar este diario, la operación está acordada desde hace más de un mes, pero no se ha escriturado todavía el cambio de propiedad. Del mismo modo, los actuales responsables municipales sostienen que el cambio de propietario de ese suelo no debería comprometer el desarrollo de las próximas Ferias.