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19 noviembre 2024
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Defensa del acusado de agresión sexual en Porzuna alega celos de la joven y falta de pruebas y pide la absolución

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CIUDAD REAL, 11 (EUROPA PRESS)

La defensa de V.G.R., acusado de obligar a una joven que conocía de mantener relaciones sexuales bajo amenaza de difundir en las redes un vídeo de una relación anterior consentida en Porzuna (Ciudad Real), ha alegado, tras hacer un análisis de lo visto durante los últimos tres días, que la única razón que ve para que su defendido esté en la sala es «un cierto enamoramiento que se le fue de las manos» a la joven y que con los «mimbres» que se han expuesto durante el juicio sería «totalmente injusto» condenarle ya que no se ha podido demostrar ninguno de los delitos de los que se les acusa.

Por estos motivos ha pedido la libre absolución de los delitos de agresión sexual y amenazas en la última sesión del juicio que se ha celebrado en la Audiencia Provincial y que ha quedado visto para sentencia, sin que el acusado, como ocurriera en la vez anterior, haya querido hacer uso de su derecho a la última palabra.

Con todo ello, para este letrado la declaración de la joven no es tan «coherente y lógica» y «compatible con un hecho real vivido» como han argumentado tanto la fiscal como el abogado de la acusación particular basado en la conclusión del informe presentado por el equipo psicosocial.

Ha presentado a su defendido como «un joven trabajador de la construcción sin antecedentes» y ha basado su defensa en las declaraciones que la joven ha realizado a lo largo del proceso judicial en la que asegura que no hay tanta «persistencia en los hechos» como alegan las otras partes.

Se ha agarrado también al informe del forense que vio a la joven unas dos horas después de haberse producido los hechos enjuiciados, en el que se afirma que se aprecia una lesión mínima en los genitales y que no hay ninguna señal de violencia física tras la exploración, además de que no presentaba ningún síntoma de shock emocional.

Ha insistido en la inexistencia del vídeo y no considera, según las declaraciones de los testigos, que la joven acudiera al encuentro coaccionada o en contra de su voluntad. Ha intentado demostrar que era un juego y «estaban de risas», ha afirmado y que ella dijo a los amigos que iba a tener sexo con él.

Por el contrario, la fiscal ha considerado que todo lo presentado durante el juicio ha corroborado el relato de la denunciante, que ha calificado de «rotundo y contundente». «Cuenta con sumo detalle de su agresión desde el primer momento y lo mantiene a lo largo de las diversas partes del proceso, no advirtiendo entre ellas fisura alguna», ha explicado. Además de no manifestar ningún odio o algún interés en contra del acusado más allá del episodio juzgado.

Una circunstancia que viene corroborada, para la fiscal, en el informe del equipo psicosocial y en el testimonio de la terapeuta del programa regional ‘Contigo’. Además ha considerado «fundamental» el relato de la madre de la joven.

El propio acusado, ha explicado, con las imprecisiones en algunos aspectos de su declaración ha venido a reforzar esta idea como el porqué tuvo que recurrir a la amenaza del vídeo, porque le insiste en que baje sola o el lugar. «Incurre en contradicciones», ha concluido.

«NO SE ESTÁ JUZGANDO SU VIDA SEXUAL»

Ha tenido que recordar que no se está juzgando la vida sexual de la joven que es «libre para decir sobre su sexualidad», en alusión a las continuas referencias por parte de la defensa a los encuentros sexuales que hubo con anterioridad entre ambos.

Por todo ello ha mantenido que los hechos son constitutivos de un delito de agresión sexual, por el cual pide una pena de 10 años de cárcel y otro de amenazas por el que ha solicitado una pena de año y medio de prisión.

Además, ha solicitado una prohibición de acercamiento o comunicación a menos de 200 metros de la joven por tiempo de 17 años y medio y una indemnización de 6.000 euros por el trastorno de estrés agudo producido más la cantidad de 6.000 euros por el daño moral.

«SI NO PASÓ NADA, ¿POR QUÉ ESTAMOS AQUÍ?»

La acusación particular, que se ha expresado en similares términos a los de la fiscal en relación a la declaración de la joven, se ha preguntado varias veces durante la exposición de sus conclusiones que «si no pasó nada, ¿por qué estamos aquí, por qué denunció?», aludiendo a los argumentos esgrimidos por la defensa del acusado.

Para este letrado más de dos años después la denunciante no tendría un estrés postraumático cronificado si los hechos no hubieran pasado como ella los ha contado, tal y como afirmara tanto el «contundente» informe del equipo psicosocial, como de la terapeuta del programa ‘Contigo’, del que aún no se le ha dado de alta.

«Ha hecho un gran relato de los hechos constante y persistente», ha defendido y ha considerado que ha quedado demostrado que ella nunca quiso tener esas relaciones sexuales, que fue obligada ante la amenaza del vídeo y posteriormente, mediante golpes «sin violencia extrema», fue empujada y forzada.

Ha descartado la razón de los celos por una relación que supuestamente tuvo o seguía teniendo el acusado en el momento de los hechos con una amiga de la denunciante, así como otro motivo «espúreo» por parte de la joven.

Para la acusación particular está claro que eran amigos, pero la joven no quería tener relaciones sexuales y eso el acusado no lo toleró y la forzó. «Lo que no tiene ni pies ni cabezas es lo que ha contado el acusado», ha añadido.

Ha contado cómo la joven ha expuesto que quería recuperar su vida y ha hecho referencia a las alegaciones de la detective privado de haberla visto participando de la vida del pueblo. «Primero porque se lo recomendaban sus terapeutas y segundo porque estaba tranquila porque su agresor estaba en la cárcel y no podía hacerle nada», ha añadido.