Con el buen tiempo la oferta de ocio y turismo se amplía considerablemente con actividades que van desde las rutas de senderismo, pasando por las escapadas rurales o la mismísima playa. No obstante, si existe una actividad en auge durante los últimos años esa es la navegación por placer. Destacando el barco de alquiler en Palamós.
Un entorno de ensueño interconectado
En plena Costa Brava, en el mismo litoral de la provincia de Girona, se sitúa una localidad de la famosa Costa Brava que cuenta con infinidad de ofertas de ocio y maravillosas playas. No hablamos de otra que de Palamós. Un entorno paradisíaco en el que la cantidad de actividades a nuestra disposición resulta realmente apabullante. Todo ello gracias a interesantes, a la par que divertidas, propuestas. No en vano, nos encontramos ante un entorno ideal para relajarse en sus playas.
No obstante, y esta es una de sus grandes virtudes, también dispone de una amplia oferta de actividades de turismo activo que la convierte en un imán para las ciudades limítrofes, y no tan limítrofes. Y es que a diario llega gente procedentes de localidades tan distantes, hablamos de más de 600 kilómetros, como Guadalajara. Combinando, ya de paso, rutas tan interesantes como la de los gancheros por el Río Tajo con su excelente gastronomía «made in» Castilla La Mancha o con una oferta de turismo interior de las más completas de España.
¿La guinda perfecta a semejante ruta?, finalizar el recorrido en Palamós. No en vano, el alquiler de barcos con y sin tripulación disponible en puertos de la talla de Marina Palamós, Port d’Aro o Club Náutico Costa Brava es el colofón de ensueño para una experiencia única e irrepetible. Algo que, como podéis imaginar, se antoja como la alternativa perfecta al turismo masificado. Máss aún si cabe en los tiempos de pandemia que nos ha tocado vivir.
El destino lo pones solo tú
Catamaranes, lanchas, veleros y un sinfín de embarcaciones a nuestra disposición. Palamós destaca por una amplia flota de barcos repartidos por su amplio surtido de puertos. Tanto deportivos como comerciales. Si a todo ello sumamos, como si de un sabroso cóctel se tratase, sus bonitas playas, un entorno mágico, multitud de calas y los medios perfectos para disfrutar de esta nueva alternativa de ocio, el resultado tiene que ser positivo sí o sí. Por no mencionar la flexibilidad que nos aporta dicha actividad. Y es que viajar en barco nos permite que nuestro campo de actuación sea tan amplio como el horizonte mismo. Pudiendo visitar, más allá de la Costa Brava, otros destinos tan destacados y notorios como la Costa Dorada o la catalana. Por mencionar sólo algunos de ellos.
Es hora de echar el ancla
Combinar tierra y mar se ha convertido en una de las alternativas vacacionales más demandadas de los últimos años. Y es que el contacto con la naturaleza que aporta el turismo activo o la navegación en mar abierto resultan tremendamente sanadores. Por no hablar de que aportan un plus de adrenalina muy demandado en una sociedad tan acomodada como la nuestra. ¿Aceptas el desafío?, ¡es hora de echar el ancla!