Fue hace semanas cuando el asunto saltó a un pleno del Ayuntamiento: se iban a dedicar 15.000 euros a pintar, con un mural, parte de la fachada del Palacio de los Condes de Medina, en la plaza de San Esteban de Guadalajara. En realidad, no en el frontal de la fachada, sino en el cuchillo que se forma ya en la travesía de Beladíez, como ilustra la fotografía que acompaña estas líneas.
La novedad en este incipiente sainete municipal es que, según ha revelado este martes Aike, el Ayuntamiento no tiene todavía el preceptivo permiso de la Junta de Comunidades para la intervención que se pretende en un edificio protegido.
Se da la curiosa circunstancia de que enfrente del lugar elegido para este futuro mural, se levantó otro durante muchos años, inspirado en un poema de Alfredo Villaverde, obra que cayó junto con todo el edificio del antiguo «Boquerón», dejando el solar que permanece sin edificar y sin que en todo este tiempo tal demora en la nueva construcción haya originado expediente municipal alguno, al menos conocido, al respecto. Allí, sobre parte de la tapia que oculta el solar, el Ayuntamiento promovió otro mural, en 2020.
Edificio particular y catalogado
La autorización es previa a cualquier actuación sobre un inmueble con protección. Según han destacado este 3 de mayo desde Aike «en contestación recibida el viernes pasado», se confirma que no hay plácet desde la Junta de Comunidades. «Esto no es la primera vez que ocurre», insisten desde este grupo político, por lo que piden que «los anuncios no se hagan si no se han dado los pasos previos que hayan de darse».
El palacio que fue sede de la Delegación de la Junta y que está en proceso de venta, infructuosa, desde hace años está incluido en el Catálogo de Edificaciones de interés histórico-artístico, cultural, arquitectónico o ambiental del Plan General de Ordenación Urbana de Guadalajara, concretamente con la ficha 105.
Riendas: «Es una propiedad privada y en venta»
Jorge Riendas, el único concejal de Aike, subraya que «se trata de un edificio que es privado y se encuentra en venta, y lo más importante: los fondos a emplear son públicos. Cuando hablamos de gestionar eficazmente los recursos públicos nos referimos a estas cuestiones. Tenemos numerosas medianeras de titularidad pública en las que podríamos intervenir. Incluso también hay muchas fachadas privadas en las que se podría intervenir con el permiso de las comunidades de vecinos, pero garantizando al menos una durabilidad de la obra y del dinero invertido. ¿Quién nos garantiza que los futuros compradores del edificio decidieran taparlo o realizar la integración de la fachada abriendo luces o vistas el día de mañana? Aunque siempre, para cualquiera de estos casos, será preceptiva la autorización previa del servicio de Cultura de la Junta, cosa que ya hemos advertido que no se ha hecho. Cuando invertimos el dinero de todos, hemos de planificar más y también velar por la durabilidad de lo ejecutado”, ha explicado este martes ante los periodistas, en la plaza de San Esteban, acompañado de Susana Martínez.