Hasta 2.300 familias con niños menores de 18 años a su cargo que se encuentran en situación de pobreza severa en Castilla-La Mancha se van a beneficiar de las llamadas ‘tarjetas monedero’. Con ellas, podrán acceder a productos de alimentación y a otros productos básicos de primera necesidad en los diferentes establecimientos que se integran en este programa.
Esta no es una idea nueva, al menos para la capital de la provincia, donde ya la aplicó en 2021 el socialista Ignacio de la Iglesia cuando era concejal de Bienestar Social. Entonces se dedicaron 30.000 euros para tarjetas monedero con las que comprar productos de higiene y cuidado de menores y para gastar en el comercio local. El importe máximo anual por familia en esta línea de ayudas podía llegar hasta los 3.000 euros, con lo que el número de familias atendidas es fácilmente deducible.
Para ello, tal y como ha relatado a Europa Press para LA CRÓNICA la viceconsejera de Servicios y Prestaciones Sociales, Guadalupe Martín, la región va a recibir 2,3 millones de euros para llevar a cabo este nuevo sistema, financiado con el Fondo Social Europeo Plus (FSE+).
«No es que lo recibamos directamente, sino que ese es el volumen que se va a poder imputar a las tarjetas que se proponen desde los Servicios Sociales como un instrumento más dentro de la intervención que tienen con las personas cuando detectan que su carencia es de necesidades básicas», ha explicado.
Por encargo del Gobierno central, será Cruz Roja quien emita estas tarjetas. Esta entidad irá recargando las cantidades que se asignen en función de los miembros de la unidad familiar, que entre sus integrantes ha de tener a menores de 18 años y estar en intervención social.
«Los equipos de Servicios Sociales de toda nuestra red básica de Atención Primaria tienen que estudiar la situación familiar, los ingresos que tienen y ver su situación real, para valorar si este es el instrumento adecuado o pueden recibir otras prestaciones, porque hay muchas más».
ALCAMPO, EROSKI-CAPRABO Y CARREFOUR, SUPERFICIES ADHERIDAS
Tras señalar que los productos que puedan cargar a la tarjeta también están limitados, la viceconsejera ha expresado que, de momento, en Castilla-La Mancha son tres los supermercados que se han adherido a esta iniciativa –Alcampo, Eroski-Caprabo y Carrefour– que ofrecen 43 puntos de venta.
Aunque a nivel nacional son siete las superficies comerciales en las que se podrán emplear dichas tarjetas, el Gobierno regional trabaja en ampliar esos puntos de venta.
«Somos conscientes de que en 919 municipios hay muchas superficies de supermercados que no están implantados. Nuestro trabajo ahora es ir intentando ampliar el número de supermercados que van a participar de cara a 2025 y que estén lo más cercanos posible al punto de residencia de las personas beneficiarias».
«Cuando el punto de compra está un poco alejado, pueden hacer una compra grande de la que van tirando y van a poder elegir alimentos frescos a los que antes, con el sistema de reparto que hacían Cruz Roja y el Banco de Alimentos, no podían acceder», ha detallado Martín, que también ha destacado que las familias beneficiarias, al estar en intervención de los Servicios Sociales, van a tener un acompañamiento permanente a fin de hacer un buen uso del contenido que pueden imputar a las tarjetas.
Sin datos por provincias
De momento, el Gobierno regional no tiene datos de cuántas familias beneficiarias hay por cada provincia, pues el programa, que estaba previsto que arrancase en el mes de abril, aún no ha empezado a funcionar, pues no todas las cadenas de alimentación han firmado la adhesión.
«Mientras tanto, en Castilla-La Mancha hemos tenido una coordinación muy intensa con Cruz Roja y hemos hecho un manual que ya tienen todos los equipos de Atención Primaria, para que tengan criterios uniformes a la hora de adjudicar una tarjeta a una familia que pueda estar en estado de necesidad. Nosotros estamos en disposición de, en el momento que nos digan, empezar a hacer propuestas», ha aseverado.
Preguntada por las objeciones de las Comunidades Autónomas del PP, que se quejan de que los fondos que van a recibir no llegan para cubrir a todas las familias que tendrían que recibir esta prestación, la viceconsejera de Servicios y Prestaciones Sociales asegura que el Ejecutivo castellanomanchego tampoco está «satisfecho» con el volumen que se ha distribuido, «pero es el que ha venido de Europa».
«Sabíamos desde el principio el perfil de familias a las que era prioritario atender. Somos conscientes de que hay algunas en situación de pobreza que no van a poder acceder a la tarjeta monedero, porque o no todos los miembros de la unidad familiar residen en el mismo domicilio o porque no tienen hijos menores de 18 años. Para esos casos, los equipos de Servicios Sociales valorarán que otra prestación les es más idónea», ha indicado.