La empresa Avintia será la adjudicataria de las 124 viviendas en régimen del alquiler que construirá el Gobierno de Castilla-La Mancha… en el barrio toledano del Polígono. Esa medida forma parte del denominado ‘Plan 10.000’, con el que la Junta planea la construcción de 10.000 viviendas a precio asequible en zonas de la región con el mercado inmobiliario especialmente tensionado.
En Guadalajara lo está y de manera más que notoria, pero la iniciativa privada no ve atractivas por ahora las condiciones planteadas para la construcción de viviendas de alquiler relativamente barato y destinadas, esencialmente, a inquilinos jóvenes. El concurso que se anunció con Alberto Rojo en la Alcaldía quedó desierto ya con Ana Guarinos como alcaldesa. Y por ahora no hay solución.
Lo único que ha cambiado lo ha desvelado este lunes Nacho Hernando, consejero de Fomento. A preguntas de los medios en el transcurso de una rueda de prensa, el consejero de Fomento ha asegurado que se está en conversaciones con el Ayuntamiento de Guadalajara para que, además de viviendas en alquiler, se dediquen parcelas a la compraventa. Esa era una opción que hasta ahora ni se contemplaba.
Como ha informado en más de una ocasión LA CRÓNICA, la idea se vendió justo antes de las elecciones como la solución para disponer en Guadalajara de pisos con alquileres más baratos que los actuales, aunque hubiera que esperar años para conseguirlo. Meses más tarde, la Junta de Gobierno Local declaraba desierto el proceso de adjudicación de las parcelas municipales que el Ayuntamiento ofrecía para que alguien construyera en ellas esas viviendas, para alquilarlas durante décadas. No hubo ninguna empresa interesada.
Hay dinero de Europa
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana tiene para este fin en un imaginario cajón 14,3 millones de euros, que le llegan de los consabidos fondos Next Generation.
Los encargados de levantar los cuatro bloques tendrían que asumir una inversión que se ha estimado en un total de 26,6 millones de euros. ¿Y el Ayuntamiento? Paga en especie, al deshacerse del suelo hasta el próximo siglo, por lo menos.
El horizonte, marcado expresamente desde Madrid y desde Bruselas, es que la viviendas estuvieran para ocupar antes del 30 de junio de 2026, algo que se antoja imposible si no hay empresas que las construyan y pueden cobrar el alquiler, mantenerlas y aprovechar esos ingresos recurrentes por espacio de 75 años, hasta el próximo siglo, allá por 2101.
Los fondos previstos obviamente se perderán si no hay una solución que, a día de hoy, se antoja inimaginable.
El primer bloque se ubicaba en la Avenida Concepción Arenal, para 96 viviendas; el segundo, en la calle Acebeda; el tercero en Acebeda también y el cuarto, en la Avenida del Olivar.