El impacto que ha tenido el Bitcoin (BTC) en América Latina en los últimos años ha sido bastante grande comparado a otras regiones del mundo. Sobra ver la lista de las naciones donde existe mayor adopción de las criptomonedas para entenderlo (Statista, 2021). Sí, a pesar de toda la prensa amarillista y la polémica que las rodea, para quienes han dado un salto de fe, las criptomonedas en Latam han resultado ser una excelente herramienta económica. Especialmente en países donde, por una cosa o la otra, la tenencia, el salvaguardo y el uso de activos se ha vuelto difícil.
No obstante, los sistemas de tokens descentralizados como el Bitcoin no dejan de crear desconfianza por su alta volatilidad y empleo delictivo. Es por ello que la decisión del El Salvador de incorporar esta cripto como una moneda de curso legal dentro de su economía el pasado 7 de septiembre ha tomado por sorpresa al mundo entero (BBC, 2021). ¿Cómo afectará esto a los demás países Latinoamericanos? A continuación, algunas disertaciones al respecto.
El Salvador y el Bitcoin: ¿acierto o desacierto?
Las opiniones con respecto a la intrusión del Bitcoin a la economía salvadoreña están muy divididas, no solo en el país, sino también en toda la comunidad internacional. Y es que El Salvador se convirtió en la primera nación de todo el mundo en habilitar este activo blockchain como una de sus monedas oficiales, después del dólar estadounidense.
De acuerdo con una reciente encuesta hecha por la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador, el 93% de los salvadoreños no están de acuerdo con la adopción del Bitcoin (The New York Times, 2021).
El panorama nacional
El Salvador es el país de Centroamérica más pequeño y, hasta hace poco, uno de los menos sobresalientes económicamente hablando. Debido al poco acceso a internet y equipos tecnológicos que suele tener la mayoría de su población, desde el principio fue difícil idealizar al Bitcoin —un activo netamente digital— como una moneda de curso legal.
Sin embargo, mientras que para algunos salvadoreños que creen en la banca tradicional esta decisión significa un riesgo a su economía, para otros es sinónimo de innovación y avance. Un gran número de habitantes —en especial los jóvenes— y una gran parte de pequeños empresarios se están beneficiando de la nueva Ley Bitcoin. Hay quienes han emprendido en YouTube valiéndose de un grabador de pantalla transmitiendo lo referente al mercado bursátil y así han capacitado a muchos, lo que ha disminuido el miedo al respecto y aumentado el interés de la población considerablemente.
Lo que las entidades internacionales opinan al respecto
Opiniones encontradas
Los economistas en general se dividen en dos grupos que tienen puntos de vistas muy distintos acerca del Bitcoin. El primero se concentra en que las criptomonedas serán el futuro de la economía mundial, siendo esta en específico —el BTC— la principal entre todas ellas. Por su parte, la segunda facción asevera que el auge del Bitcoin y otros activos de valor similares no es más que una burbuja financiera en la historia como cualquier otra. Es decir, que se trata de una moda que pronto pasará, tal y como ocurrió en su momento con la compra y venta del oro (BBC, 2014).
Rumbo incierto
Es difícil saber qué rumbo tomará el Bitcoin en el futuro. Sin embargo, lo que sí es seguro —porque hay evidencia de ello— es que esta moneda digital se caracteriza por su volatilidad. Eso significa que, a diferencia de otras monedas físicas como el dólar estadounidense, no es estática, sino que constantemente está cambiando su precio de acuerdo a su oferta y demanda en la bolsa.
Exceso de libertades
Otro aspecto determinante en torno a su uso es que nadie, ninguna entidad, ni siquiera su propio creador, puede regular su uso, debido, por supuesto, a su sistema de blockchain descentralizado. Todos pueden comprar y vender Bitcoin sin importar procedencia o historial financiero. De allí que este activo se haya visto involucrado en casos grandes de lavado de dinero, robo de capitales e, incluso, terrorismo y narcotráfico.
Una alarma razonable
No en vano, cuando el presidente del El Salvador, Nayib Bukele, anunció a través de un tweet que el Bitcoin será considerado una moneda de curso legal en el país, el mundo entero se alarma. Pues, si bien, como el mandatario mencionó, “Esto generará empleos y ayudará a fomentar la inclusión financiera a miles de personas fuera de la economía formal”, también podría tratarse de una forma de cubrir ciertos actos ilícitos.
Países como España han declarado su descontento públicamente con este hecho luego de haber realizado un análisis completo de la situación (Criptonoticias, 2021). Y, de la misma forma, importantes entidades financieras internacionales, como, por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial desaprueban y no apoyan la decisión del país (BBC, 2021).
El impacto en los países vecinos
Una gran parte de la población salvadoreña ignoraba el Bitcoin hasta su implementación. De hecho, para motivar a utilizarlo, el gobierno regaló a cada habitante 30$ en Bitcoin a quienes descargaran y utilizaran por primera vez la e-wallet oficial de El Salvador para hacer y recibir pagos de BTC a USDT.
Sorprendentemente, antes de implementar la Ley Bitcoin, El Salvador no era el país de América Latina con el mayor uso de criptomonedas. Ese puesto lo ocupa Argentina con el 21% de su población, seguido de Colombia (15%), Chile (14%), Perú (13%) y Brasil (13%). Sin embargo, a pesar de que existe una mayor adopción de criptos en estas naciones —mucho más grandes y estables económicamente—, sus gobiernos a duras penas tienen alguna que otra regulación para el uso de Bitcoin.
El Salvador no es el primer país en pensar incluir una criptomoneda, específicamente el Bitcoin, en su economía nacional. No obstante, si es el primero en hacerlo. Parte de sus países vecinos —Argentina, Brasil, Chile…— día a día buscan una regulación sólida que les genere mayor confianza para usar criptos dentro del territorio nacional. Están en vías de ello, no obstante, les falta camino por recorrer.
Quizá lo que haya pasado en El Salvador no le afecte directamente al resto del territorio, sin embargo, no se puede ignorar el hecho de que el experimento de Bukele ha llamado la atención del mundo en gran parte porque se ha convertido en un caso de estudio. Ahora bien, lo que sí está claro es que gracias a El Salvador, Latinoamérica y el planeta entero pueden tener una referencia de lo que podría pasar al legalizar o adoptar oficialmente una cripto como el Bitcoin dentro de la economía.
Cosechando frutos
¿Qué sucederá en El Salvador y el resto de Latam? Nadie lo sabe, solo el tiempo lo dirá. Si sale bien, esta pequeña nación centroamericana se habrá convertido en un ejemplo para otros países, sin duda. Y, si sale mal, pues solo será un modelo de evaluación para analizar y hacerlo mejor una próxima vez —ensayo y error—. Sin embargo, hasta ahora, el futuro tiene buen aspecto en El Salvador.
Recientemente Bukele aprovechó una gran caída del Bitcoin para comprar a bajo precio otras 150 de estas monedas, para un total de 700 en stock (Xataca, 2021). Con la cotización actual, eso dejaría al país con un capital de más de 40 millones de dólares. En la actualidad, el gobierno trabaja en un proyecto de criptominería limpia utilizando plantas de energía geotérmicas (Geonews, 2021). Toca esperar el 2022 para poder apreciar los avances producto de estas inversiones.