La calidad del aire que se respira en Guadalajara es buena y tampoco existe contaminación acústica, salvo algunos picos puntuales, registrados en la zona de Cuatro Caminos y que son debidos al tráfico.
Lo anterior es la conclusión a la que han llegado en el Ayuntamiento de Guadalajara tras un año de mediciones en tiempo real, gracias a la red que se instaló en casi una decena de puntos de la ciudad y de la que informó ampliamente LA CRÓNICA en su día.
Quien ha puesto los datos sobre la mesa es el concejal de Medio Ambiente, José Luis Alguacil, al hacer balance de los datos recogidos por las nueve estaciones de medición, tanto de calidad del aire como de contaminación acústica, que se instalaron hace un año, “capaces de monitorizar, con diferentes sensores, gases y partículas en la atmósfera, así como la intensidad de ruido, en tiempo real y en histórico, con el fin de realizar un seguimiento pormenorizado y una evaluación de todas las medidas que se van a derivar de la Zona de Bajas Emisiones”.
Antes, solo existía una única estación de calidad del aire que estaba situada en la calle Cifuentes y que además es responsabilidad de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, mientras que ahora el Ayuntamiento de Guadalajara dispone de nueve estaciones ubicadas en la Glorieta de la Guardia Civil, Glorieta de las Víctimas del Terrorismo, Santo Domingo, Glorieta de la Aviación española, Cuatro Caminos, Plaza de las Carmelitas, Eduardo Guitián, Plazuela de don Pedro y en la Glorieta de la Unión Europea.
“Dos de las estaciones se encuentran situadas dentro de la Zona de Bajas Emisiones, tres de ellas en el espacio que rodea la ZBE y las cuatro restantes en los puntos en los técnicos municipales consideraron relevante por el peso de tráfico y de vehículos en la contaminación”, ha explicado.
“El Ayuntamiento de Guadalajara tiene ya desde hace bastantes años una ordenanza municipal contra la contaminación acústica, que ahora mismo está en vía de renovación, para ajustarse a la nueva normativa vigente, e incluir también la calidad del aire”, ha señalado el concejal, avanzando que la previsión es ultimar esta nueva ordenanza durante este año.
Cinco contaminantes, bajo análisis
“Para la contaminación atmosférica estas estaciones son capaces de medir hasta más de 100 contaminantes, pero los expertos nos dicen que nos fijemos en 5 contaminantes: ozono, partículas de dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno y el monóxido de carbono”, ha explicado Alguacil.
Así, durante 2024, en Guadalajara los umbrales del límite de ozono (O3) se han superado en 20 ocasiones, muy lejos de las 54 ocasiones que marca la OMS para calificar la situación como preocupante y solo en una ocasión se superó el límite que obliga a informar a la población por un episodio alto. “El ozono es un contaminante secundario, ligado a los cambios climáticos y el que más está variando por elementos externos, que no provoque el ser humano, sino los niveles climáticos”, ha apuntado Alguacil.
En cuanto a las partículas suspendidas (polvo, cenizas o metales generados principalmente por industrias) tanto las PM 2,5 que son las más perjudiciales por ser microscópicas, como las PM 10, de mayor tamaño, «tienen un índice muy bueno en Guadalajara», pues solo han superado en 10 y 6 ocasiones, respectivamente, este umbral por partícula, muy por debajo del 15% recomendado.
“Los picos de contaminación por partículas en suspensión se han registrado en las estaciones de Eduardo Guitián y en la Plazuela de don Pedro, dos zonas donde ha habido obras recientemente, lo que hace que haya más partículas en suspensión”, ha matizado el concejal.
“El índice del dióxido de azufre (SO2), que se produce por combustibles fósiles, ha registrado sus valores más altos en la zona de Cuatro Caminos y glorieta de la Guardia Civil, vías de entrada y salida de la ciudad y con más tráfico rodado”, detalla Alguacil. “Aun así, solo se han superado los umbrales cuatro veces en un año, muy lejos de las 24 permitidas legalmente”.
Otro índice, el dióxido de nitrógeno (DO2), que también se produce ligado la combustión, apenas supera las 50 micras en Cuatro Caminos, cuando el límite son 200, «con lo cual tampoco es preocupante».
Y por último, está el monóxido de carbono (CO), que se produce por una combustión incompleta y es más frecuente, y alcanza 1.000 veces la proporción de otros contaminantes, aunque a la vez su umbral de recomendación es bastante más alto y también estamos muy lejos del límite que marca la OMS.
Índice único de calidad del aire, ICA
“Los datos de estos cinco contaminantes se integran en un índice único que permite ofrecer una idea del nivel de calidad del aire del municipio, el denominado ICA, que marca una escala con 6 categorías: buena, razonablemente buena, regular, desfavorable, muy desfavorable o extremadamente desfavorable, a partir del cálculo con los peores valores recogidos.
“El ICA está en Guadalajara en la categoría buena para seis estaciones y categoría razonablemente buena para otras tres, al menos el 70% del tiempo evaluado, siendo los únicos episodios de contaminación registrados los debidos a la entrada de polvo africano con partículas en suspensión” comenta Aguacil, recordando que este índice de calidad del aire ha ido mejorando desde la aprobación de la ordenanza, la Zona de Bajas Emisiones y que los datos pueden ser consultado por cualquier ciudadano en la página web de la ZBE, integrada en la web municipal, y en las pantallas informativas de la ZBE instaladas en las calles.
El problema del ruido, muy localizado
En cuanto a los niveles de ruido evaluados, destacan por encima del resto las estaciones de Santo Domingo y Cuatro Caminos, con niveles promedio y picos considerablemente superiores al resto de estaciones. En el lado contrario se encuentran las plazas de Carmelitas y Don Pedro. El resto de las estaciones presentan valores promedio. “Podemos decir que Guadalajara no es una ciudad ruidosa y que estamos en niveles inferiores al límite legal, pero nos gustaría alcanzar los niveles recomendados por la OMS que son más exigentes”, ha reconocido Alguacil.
Mientras la implantación de la ZBE es de obligado cumplimiento para municipios de más de 50.000 habitantes, los planes de calidad del aire no son obligados hasta alcanzar los 100.000 habitantes, “pero hemos querido adelantarnos, porque lo consideramos positivo para la ciudad y el bienestar de los ciudadanos y ahora tenemos los datos de la situación real que queremos mejorar”.