Reproducimos íntegramente el artículo remitido a este diario por Rafael Pérez Borda, concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Guadalajara, con motivo del Día Mundial del Urbanismo y en el que aporta numerosas consideraciones sobre lo que debe ser la ciudad:
"El mundo está experimentando la mayor ola de crecimiento urbano de la historia. En la actualidad, más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, y se prevé que de aquí a 2030 este número aumente hasta aproximadamente los 5.000 millones. Gran parte de la urbanización tendrá lugar en África y Asia, lo que provocará una enorme transformación social, económica y ambiental.
La urbanización tiene el potencial de marcar el comienzo de una nueva era de bienestar, eficiencia de los recursos y crecimiento económico. Pero en las ciudades también se registra una elevada concentración de la pobreza. El aumento de la desigualdad es más evidente en las zonas urbanas que en ningún otro lugar, ya que en ellas coexisten comunidades adineradas con barrios marginales y asentamientos informales, aunque separadas de estos.
El urbanismo ha sido históricamente una ciencia y una técnica limitada al conocimiento de unos pocos y fuera del alcance de la mayoría de ciudadanos y no debería ser así, puesto que es algo que nos influye directamente a todos y cada uno de los habitantes de nuestras ciudades.
Uno de los mejores arquitectos de la historia a nivel mundial, Alvar Aalto, dijo que el propósito de la arquitectura consiste en armonizar el mundo material con la vida humana. Es una frase mágica, ojalá todo lo que se construyera se hiciera pensando en la persona que lo va a habitar, a experimentar.
Desde las administraciones públicas se debería abrir al máximo el desarrollo urbano a la participación ciudadana, puesto que en la actualidad toda ciudad debería tener garantizada sus sostenibilidad y la accesibilidad de todas las personas que la puedan vivir.
En la sociedad actual el elemento fundamental es el vehículo y nuestras ciudades están diseñadas a su medida, para que sea éste el que transite por ellas con total libertad y preferencia. Viales, espacios, mobiliario urbano, materiales, señalización, etc. responden a los condicionantes de los coches, lo que nos conduce a una situación de deterioro medioambiental que repercute en la calidad de vida.
Los calificativos de nuestra ciudad vienen asociados palabras como dura, gris, áspera, hotil, etc. Esta impresión ciudadana tiene que ir cambiando poco a poco a través de los nuevos proyectos en los que el modelo de ciudad se transforme en más amable que promueva la relación entre las personas y los espacios en los que se desarrolla dejando atrás el viejo modelo de aislamiento de las ciudades tradicionales.
Una ciudad moderna se ha de preocupar de que todo el mundo pueda vivirla con cierto confort y para ello ha de preocuparse de las personas con movilidad reducida o discapacidad, ancianos y niños hasta ahora muy olvidadas en las tareas de diseño urbano y para ello los arquitectos y urbanistas han de tener en cuenta a todos los habitantes de nuestra sociedad, incluyendo la variable de género en el diseño de nuestra ciudad.
El modelo de ciudad que se quiere instaurar para el futuro tiene que ser totalmente crítico y adoptar medidas importantes basadas en el conocimiento y participación de todos los actores de la sociedad. Por tanto, para pensar en las ciudades de un modo más integral es necesario contar con expertos y profesionales de muchas disciplinas: expertos en movilidad, filósofos, artistas, políticos, sociólogos, urban data, pedagogos y, por supuesto, arquitectos.
Vamos a reconquistar un espacio público, que sea accesible, espacios que sean saludables y seguros, que favorezcan la mezcla de usos y usuarios. Es necesario hacer una propuesta dirigida a todos los grupos de edad. Dicen que Guadalajara es un pueblo grande, pues vamos a beneficiarnos de ello y a mantener las buenas costumbres de los pueblos, en las plazas de nuestros pueblos, los niños juegan, los abuelos pasean, los jóvenes charlan en un banco, otros juegan a la pelota… se mezclan distintas edades y actividades, ¡¡eso es enriquecer la vida de la ciudad!!
Como dice Francesco Tonucci “si una ciudad está diseñada para niños y personas mayores entonces será amable con todos sus habitantes” porque ambos grupos comparten necesidades básicas que hemos de tener en cuenta a la hora de pensar y diseñar nuestra ciudad para el futuro.
Las ciudades han de crecer de una manera compacta fomentando entornos inclusivos para que personas de todas las edades puedan disfrutar del entorno y que permitan a cualquier persona disponer de todo lo que necesitan cada día en un entorno próximo.
Hay una serie de factores clave para conseguir una ciudad y una comunidad sostenible como pueden ser:
1.- Juego en las calles
2.- Espacios intergeneracionales
3.- Movilidad y control del tráfico
4.- Espacios naturales
Un urbanismo amable también es clave y tiene su reflejo en las políticas de comercio y servicios para ello es necesario contar con un diseño del espacio público que favorezca un tránsito peatonal para potenciar el comercio y la hostelería entre otros".
Rafael Pérez Borda
Teniente Alcalde del Ayto Guadalajara
Área de Urbanismo