La retirada del gran amasijo de toneladas de residuos sólidos y líquidos calcinados, tóxicos y no tóxicos, que después de cuatro años desde que se declarará un incendio en una planta de reciclaje de Chiloeches (Guadalajara), aún permanecían en el lugar, con la zona cercada, han dado su comienzo.
La noticia ha sido confirmada a Europa Press por el propio delegado de Desarrollo Sostenible, José Luis Tenorio, quien, satisfecho de que finalmente hayan podido arrancar los trabajos, ha precisado que el proyecto para la ejecución fue presentado por la empresa Altamira entre finales de 2019 y principios de 2020, marcándose en el mismo, de manera «detallada» como se van a desarrollar las tareas.
Estos trabajos se van a prolongar al menos siete meses ya que son «toneladas» de residuos las que se tienen que retirar del terreno en el que estaba la planta que ardió, residuos que ya están siendo recogidos por máquinas y que serán gestionados en función de las diferentes características y el tipo de los mismos.
«Desde que asumí el cargo, desde el primer día, fue una prioridad», ha señalado Tenorio, para quien dejar ahora «limpia» esta zona del polígono industrial de Albolleque era también «una gran preocupación» tanto para la Junta de Castilla-La Mancha como para el Ayuntamiento de Chiloeches y «una demanda social», ha añadido.
En todo caso, pese a reconocer que los trabajos, por diferentes razones, se han retrasado más de lo deseados, ha señalado que la zona ha permanecido «cercada y controlada» desde que se originó el fuego por lo que «no ha habido riesgo para la población».
El incendio provocó emisión de gases y hubo también algún desprendimiento de residuos por alguna ladera, de ahí que desde la Junta ya se acometieron algunos trabajos de urgencia para evitar que los mismos se pudieran expandir en casos de lluvia.
Tenorio ha confirmado también que desde la Junta de Comunidades se va a llevar a cabo un seguimiento pormenorizado de proyecto con el objetivo de que se cumple de forma exacta lo que figura en el mismo «como no puede ser de otra forma», ha detallado.
De su lado, el alcalde de Chiloeches, Juan Andrés García, ha confirmado a Europa Press la solicitud de licencia al Ayuntamiento por parte de la empresa para llevar a cabo unos trabajos «muy necesarios teniendo en cuenta que ya casi han pasado cuatro años desde el incendio».
«Ahí hay mucho por retirar», ha señalado el alcalde, a quien le hubiera gustado que estos trabajos se hubiera podido hacer tan rápidamente como se acometieron en su día en Seseña en vez de tener que esperar casi cuatro años.
Según García, en Seseña, cuando se quemó la planta de neumáticos los residuos que había se retiraron «corriendo» y aquí ha habido que esperar mucho tiempo, aunque se alegra de que finalmente esto sea una realidad.
En este incendio ardieron alrededor de 20.000 toneladas de residuos peligrosos, un fuego que tal y como señalaba en su día García, fue lo que destapó un posible vertedero irregular de residuos que se acumulaban en la frontera con Madrid.
La planta incendiada llevaba funcionando desde hacía varios años en situación de ilegalidad y fue precisamente cuando llegó este alcalde al Consistorio cuando se inició un expediente para la legalización de la actividad.
Al no recibir respuesta alguna se inició otro expediente para la cancelación de actividad que finalizó con la clausura el 17 de junio de 2016 por actividad clandestina por no disponer de licencia de apertura o autorización de puesta en funcionamiento para el ejercicio de su actividad, tal y como ha admitido también el primer edil.
Precisamente, hace aproximadamente un mes, el Juzgado de Instrucción número 1 de Guadalajara decretaba la apertura de juicio oral contra un total de 21 acusados –18 personas físicas y tres jurídicas–, a quienes en algunos casos por parte de la Fiscalía se les reclaman penas de hasta 19 años de prisión y 14 de inhabilitación, al tiempo que les hacen responsables civilmente de gastos de casi 15 millones de euros.