El Gobierno de Castilla-La Mancha ha respaldado el posicionamiento del Ministerio de Universidades de cara a afrontar el curso académico hasta su finalización y se ha sumado a su intención de garantizar que ningún alumno o alumna lo pierda, aunque las clases no sean presenciales debido a la epidemia del coronavirus. Asimismo, ha sido partidario de, hasta el momento, «descartar que la docencia se imparta únicamente de forma online y de dar mayor flexibilidad al alumnado para poder afrontar estos últimos meses de la mejor forma posible».
El ministro de Universidades, Manuel Castells, ha mantenido una reunión por videoconferencia con los responsables del ramo de las comunidades autónomas, en la que se ha tratado la forma de abordar el desenlace del curso y las fórmulas de evaluación en este contexto sanitario, ha informado la Junta en nota de prensa.
Según ha explicado la consejera de Igualdad y portavoz del Ejecutivo castellano-manchego, Blanca Fernández, del seno de la reunión ha salido un documento articulado en torno a siente grandes puntos. El primero de ellos hace referencia a «garantizar que el alumnado concluya el curso académico desde una perspectiva de contenidos, pero también, como es obvio, de evaluación».
Asimismo, Fernández ha valorado que dicho documento resume cómo, durante esta crisis sanitaria, el sistema universitario nacional está mostrado solidez y la suficiente capacidad de adaptación al modelo no presencial, algo que ha llevado al Ministerio y a nuestra Comunidad Autónoma a «felicitar y agradecer el trabajo de todo el personal que, con su esfuerzo y compromiso, lo están haciendo posible».
El tercer punto del documento, según ha aclarado la portavoz, es el que hace referencia a lo imprevisible de la epidemia y a la forma que se tiene de concluir el curso académico. En este apartado en concreto, tanto Castilla-La Mancha como el Ministerio han sido partidarios de no tomar ninguna decisión sin antes escuchar a las autoridades sanitarias, «las verdaderas conocedoras del contexto que vivimos».
El cuarto punto aborda las diferentes fórmulas que se están contemplando de cara al desarrollo de las prácticas, algo de vital importancia para los estudiantes que estén sobre todo en los últimos niveles educativos. Y el quinto punto concreta que las agencias de calidad y la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) coordinarán durante mañana criterios de evaluación de las prácticas para asegurar que no haya problemas de legalidad o contestación posterior.
La consejera y portavoz de Ejecutivo regional ha finalizado destacando que el sexto y séptimo punto determinan, de un lado, que todas las medidas se decidirán entre las comunidades autónomas y sus universidades, con el apoyo del Ministerio; y de otro, que, para coordinar y aprender de experiencias, el Ministerio ha convocado una reunión en próximas fechas.
«Para Castilla-La Mancha esto último es fundamental. Sobre todo, el hecho de que las medidas se tomen de la mano», ha dicho Blanca Fernández. «Y es que es de vital importancia que cualquier paso que demos se dé de forma consensuada y oyendo a las autoridades sanitarias, más que nada porque hay que tener en cuenta que la educación, obligatoria y posobligatoria, es una materia que implica a mucha gente y a diversos colectivos», ha añadido.