PSOE y Ciudadanos en Castilla-La Mancha han alcanzado un preacuerdo para la reconstrucción de la Comunidad Autónoma. Ambas partes quedan, al menos formalmente, a la espera de que se sume el Partido Popular.
Durante toda la pandemia, las críticas desde el partido naranja hacia Page habían sido mucho más duras que las que llegaban desde el PP. Quien lo dude, puede recordar en los enlaces al pie de esta noticia algunas de ellas.
Ahora, este entendimiento regional llega en los mismos momentos en que Inés Arrimadas ha asegurado el apoyo a Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados.
Hace un año, PSOE y Ciudadanos ya encontraron la forma de unir fuerzas para asumir, en Guadalajara, el gobierno del Ayuntamiento de la capital y el de la Diputación Provincial.
Este «preacuerdo para la reconstrucción autonómica» afectará a medidas de los ámbitos de Sanidad, Bienestar Social, Economía, Hacienda y Administraciones Públicas. Recoge dos medidas iniciales, como son una ampliación de las ayudas a autónomos de 25 a 35 millones de euros, dando cabida también a los profesionales liberales; así como aumentar la transparencia en los contratos y gastos aprobados desde que arrancara la pandemia,; estas dos medidas han sido reclamadas por Ciudadanos.
Este pacto ya fue ofrecido por el PSOE a PP y Ciudadanos, proponiendo entre otros aspectos cambiar la legislación para apoyar iniciativas empresariales o blindar servicios sociales.
Ciudadanos intenta apuntarse el tanto
David Muñoz Zapata, diputado de Ciudadanos en las Cortes de Castilla-La Mancha, ha hecho referencia al asunto este mismo miércoles. Sostiene que el pacto que todavía «no está cerrado» y que ha sido impulsado por su formación. También ha reclamado al PP que se sume, porque los partidos políticos han de ofrecer «soluciones y no problemas» a los ciudadanos.
Preguntado en rueda de prensa, Muñoz Zapata, tras señalar que fue el 16 de abril cuando Ciudadanos «reenvió un documento a todos los partidos, Gobierno y agentes sociales que establecía unas bases para empezar la negociación», ha avisado de que, en estos momentos, se están valorando «las condiciones» que pone su partido para alcanzar ese pacto.
Ahora, aunque reconoce que se está «en el buen camino» y cree que se llevará «a buen puerto», ha insistido en que «se valorarán las condiciones de Ciudadanos para alcanzar este pacto» siendo «constructivos». Ha insistido que espera que el PP se sume «y no se levante de la mesa».
«Hoy más que nunca, el nivel político se mide por la capacidad de ser útiles a la ciudadanía, y si de este pacto salen medidas que pueden paliar los efectos de la crisis, los políticos estaremos mandando un mensaje que la sociedad demanda, y es que estamos en la solución y no en los problemas», ha concluido.
Palos del PP, «palos» al PP
Charo García Saco, diputada del PSOE en las Cortes de Castilla-La Mancha, ha celebrado el preacuerdo, apuntando que «hay dos formas de hacer oposición: la de remar y ayudar –de Ciudadanos– o la de poner palos en las ruedas», la cual achaca al PP.
A preguntas de los medios tras una rueda de prensa, García Saco ha hecho una valoración «muy positiva» de este movimiento, algo que es «lo que espera la ciudadanía» de los partidos políticos. «Es positivo que Ciudadanos empiece a andar el camino y esta es una primera toma de contacto. Y lo que hace el PP, no sabemos lo que es», ha insistido.
El PP se queda al margen
La diputada del PP en las Cortes de Castilla-La Mancha María Roldán se ha pronunciado al respecto del preacuerdo al que han llegado PSOE y Ciudadanos.Anuncia que desde su partido no se ven «medidas claras» y ha apuntado que, si bien desde el Partido Popular se apoyarán «todas las actuaciones en beneficio de paliar las consecuencias» de la crisis sanitaria, no van a «blanquear» la acción del Gobierno.
A preguntas de los medios tras una rueda de prensa, ha reparado en que antes de apoyar ninguna medida el PP quiere saber «los datos reales de personas afectadas por la crisis», algo que asegura no es público. «Lo que no podemos hacer en nuestra labor de oposición y de alternativa al Gobierno es blanquear la nefasta gestión de la crisis y pasar página como si no hubiera pasado nada. Ha sufrido mucha gente», ha insistido.