Alberto Chamorro, uno de los pocos ganaderos que mantiene su cabaña ganadera en la Sierra Norte de Guadalajara, ha apuntado que la situación del sector a raíz de la crisis del coronavirus les sitúa «más en la cuerda floja que nunca» ya que su principal mercado se centra en el sector hostelero, al que venden a través de las carnicerías, y «ahora, nadie compra».
Chamorro tienes animales en Majaelrayo (Guadalajara) y, al igual que otros muchos ganaderos, está viviendo la situación como «una mala pesadilla y una ruina» añadida a la que ya sufría el sector antes de la pandemia. «Nos hemos gastado mucho dinero en pienso y no podemos vender los corderos ni los cabritos, estamos prácticamente arruinados», ha manifestado.
A su juicio, lo que tiene que hacer el Gobierno español es «cerrar las fronteras» con el resto de Europa porque la mayor parte de la carne que se vende en las grandes superficies viene de fuera del país.
«Tengo 200 cabritos y corderos pequeños que he echado ya al campo con las madres porque no hay mercado y esta es la situación de muchos ganaderos», ha subrayado.
«Este mes tendré que poner dinero para pagar al pastor porque esto es inviable», ha manifestado Chamorro tras aludir al elevado gasto que ha invertido en el último mes en pienso sin poder vender nada porque «se han cerrado las ventas».
Alberto Chamorro estima que el 90 por ciento de los ganaderos de la Sierra Norte han perdido sus clientes. «Es una mala película», ha señalado, asegurando que si la situación prosigue y no se apoya al sector, aguantarán unos meses, «no más», ha apostillado.