A sus casas durante dos semanas todos los alumnos y todos los profesores del instituto ‘Juan D’Opazo’, de Daimiel, en Ciudad Real. La cuarentena de los alumnos afectados no terminará hasta el 11 de noviembre. Esa es la drástica medida que ha tomado la Junta, ante los positivos comprobados, para intentar atajar la oleada de contagios en esa localidad manchega, en la que recientemente ya había sido decretado el nivel 2 de alarma. El resto de alumnos deberán seguir las clases de modo telemático, en la medida en que esto sea posible.
Han sido 20 los alumnos que han dado positivos en los PCR que se han realizado en el centro. Si la cifra puede parecer contenida, ya que supone apenas el 3,7 por ciento del total, el problema es corresponden a estudiantes de 8 de los 31 grupos en los que está organizado el instituto. Este número de grupos es el resultado de algunos desdobles que se habían realizado en el centro con la pretensión de garantizar la distancia de seguridad de metro y medio, «dando así cumplimiento a las demandas del equipo directivo al comienzo del curso», según puntualizan desde la Administración regional.
Se harán test a todos alumnos
«Esta decisión, adoptada conjuntamente por las Consejerías de Sanidad y Educación, tiene como objetivo aplacar de forma contundente la trasmisión comunitaria del virus, así como contribuir a frenar la creciente expansión del mismo en la localidad», enfatizan desde la Junta. A partir de ahora, el Gobierno de Castilla-La Mancha realizará test PCR a todas las aulas pendientes de cribado. También efectuará test PCR y procederá al aislamiento de todo el profesorado que haya estado en contacto con alguna de las aulas en las en las que se ha hallado algún positivo.
Los alumnos que han dado positivo serán seguidos por sus médicos y solo interrumpirán el aislamiento, pasados 10 días, si acreditan al menos tres días sin síntomas.