En el embalse de Alcorlo, utilizado tanto para desde hace décadas para el ocio familiar y para la práctica de deportes acuáticos, ya no es posible mojarse. Desde hace varias semanas, el Ayuntamiento de La Toba lo ha prohibido. Como se indica en la cartelería en sus orillas, sólo se admite la pesca en sus márgenes y el paseo andando. Queda prohibido el baño y cualquier actividad acuática en la gran lámina de agua.
La irritación es especialmente notable entre los usuarios de motos acuáticas, a los que se les ha cortado el acceso del modo tan eficaz que ilustra una de las fotografías de esta noticia. La veintena de miembros del club Alcorlo Sport tienen pagadas por adelantado las tasas para el uso del embalse durante los meses de junio, julio, agosto y septiembre a la Confederación Hidrográfica del Tajo, por importe superior a los 130 euros.
Puestos en contacto desde el club con la Confederación, esta les habría emplazado a ponerse en contacto con el Seprona de la Guardia Civil y así formular denuncia contra el Ayuntamiento de La Toba por las limitaciones de acceso. Desde el club aseguran que han intentado «sin éxito» ponerse en contacto con el alcalde, Javier Cantero.
Bando del alcalde
Los carteles en Alcorlo son anteriores incluso al bando del alcalde que, en teoría, establece la medida y que lleva fecha de 22 de julio.
En el texto, se alude a los rebrotes de coronavirus para justificar estas restricciones en el uso tanto de la piscina municipal de La Toba como del embalse de Alcorlo, que está en su término municipal. «La situación epidemiológica ha cambiado en los últimos días en todo el pais, pues se han producido casos de enfermedad que reúnen una serie de características
que hacen aconsejable poner de nuevo en marcha medidas de prevención y control extraordinarias para disminuir la transmisibilidad de la enfermedad en la población», argumenta Cantero quien concluye que «la piscina municipal de La Toba y el embalse de Alcorlo son espacios concurridos del municipio, siendo punto de encuentro de vecinos y visitantes de todas las edades, y lugar de esparcimiento, relajación y convivencia difícilmente compatible con la debida garantía del cumplimiento de todas y cada una de las
medidas de higiene y seguridad».