Hay malas costumbres que no se quitan ni con el paso del tiempo. Pese a que hace décadas que el lazo está prohibido para cazar en el campo, lo cierto es que algunos todavía persisten en el empeño. Es lo que ha ocurrido en el pueblo alcarreño de Romancos.
Ha tenido que ser una patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Brihuega la que denunciara a un vecino del pueblo. Le sorprendieron dentro del perímetro de un coto privado de caza y la falta no era esa, sino estar haciendo uso de medios prohibidos para la caza. En concreto, el sujeto estaba colocando un lazo de acero en un paso de animales entre unos árboles en el momento en que fue pillado «in fraganti».
Los agentes del Seprona siguieron «canzando»: en el vehículo de esta persona encontraron dos lazos, dispuestos para ser utilizados.
Multas de hasta 60.000 euros
Según ha informado en nota de prensa la Guardia Civil, además de las conductas ilegales contempladas en la Ley de Caza de Castilla La Mancha que prevé sanciones de hasta 60.000 euros, los agentes constataron la comisión de otras infracciones, cometidas por esta misma persona, que estarían relacionadas con la circulación de vehículos por el monte en época de riesgo alto de incendios o el corte sin autorización de varios árboles.