En unos tiempos de turismofobia creciente, con manifestaciones callejeras incluidas, en el centro de España hay una región que sigue confiando en el turismo como motor de su economía. Tanto es así que en el primer día de julio, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha presentado el nuevo plan estratégico para impulsar el turismo con horizonte a 2030.
El político socialista resalta que el sector «no va a dejar de crecer» en los próximos años, y que la mayor parte del crecimiento de este turismo va hacia «el cultural, el patrimonial», del que la región tiene «a raudales».
Se trata, ha dicho desde Belmonte, de un sector económico clave para la Comunidad Autónoma, una industria «como otra cualquiera» y que va a ocupar «más trozo» de la tarta de la riqueza en el corto plazo. Una industria que además «no deslocaliza» y enriquece al territorio.
García-Page se ha dirigido directamente a su consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, que no deja de darle «alegrías» como con esta nueva estrategia turística y no deja de «hacer fácil lo difícil».
El turismo es «esencial» además para algo que «hay que alimentar», según García-Page, y es la convivencia. «Leer y viajar es lo mejor que se puede hacer para cultivarte. Soy un viajero empedernido. Lo recomendaría a todo el mundo», ha apuntado.
Este plan es «ambicioso pero posible» radicado en ofrecer «cultura, patrimonio, gastronomía, incluso sociabilidad» en el camino de aspirar a «una sociedad donde la gente no solo se intercambie WhatsApps».
La estrategia es, de nuevo, «pactada», lo que hace que las ambiciones «sean realistas, porque están negociadas y porque en su ejecución van a ir de la mano».
MÁS DE 50.000 TRABAJADORES
La consejera de Economía, Empresas y Empleo del Gobierno de Castilla-La Mancha, Patricia Franco, ha presentado el programa recordando que la región ya impulsó estrategias similares en el pasado, y le han llevado a rascar el 10% del turismo rural de España, con «las mayores cifras de empleo» en 2023.
En mayo, han sido más de 53.000 los trabajadores del sector turístico en un capítulo que por cada nómina genera 36 más de forma indirecta.
Han sido más de 600 personas relacionadas con el mundo del turismo las que han trabajado en torno a este nuevo plan estratégico, que tiene nueve líneas de actuación y 59 actuaciones concretas.
Tras el primer plan estratégico, ha dicho, son ya 4.000 ofertas nuevas dentro del catálogo de Castilla-La Mancha, el 99% en materia de turismo rural.
Como ejemplo el «músculo» creado por la región y por el sector, ha exhibido los más de 5.000 establecimientos hoteleros con más de 83.000 plazas, «un crecimiento de 20.000 plazas más en alojamientos en la región».
En la actualidad, son 27 los planes de sostenibilidad turística que se están desarrollando a lo largo de toda la región, planteamientos que «apuestan por la innovación» en sus lugares de influencia. «Los mimbres están puestos».