Los aficionados a la historia militar saben que los Panther fueron unos carros de combate fabricados por Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Querían ser la respuesta a los T-34 rusos, que ya empezaban a arrasar a sus enemigos en el frente oriental. Ahora, «Panther» es también un arma, pero para otra guerra. Concretamente, contra el COVID-19.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha adelantado este miércoles que la Junta ha adquirido 9 robots. Su función es procesar test de diagnóstico del COVID-19 del tipo TMA. «Es el sistema más avanzado que hay en el mundo» para la detección del coronavirus, ha destacado el propio presidente, aunque no se ha explayado más.
Según ha podido confirmar LA CRÓNICA, lo adquirido es en realidad todo un sistema desarrollado por Grifols, la conocida multinacional catalana. Al igual que en los ya famosos PCR, hay que recoger una muestra de la garganta con un hisopo. A partir de ahí, sobre la misma base teórica, empiezan las diferencias. Aseguran desde Grifols que las pruebas TMA están especialmente adaptadas para analizar secuencias de ARN, clave en la detección de este coronavirus. Por eso alardean de que la fiabilidad es incluso superior a la de los PCR, imbatidos en ese campo hasta ahora.
Las muestras son procesadas, acto seguido, en las máquinas «Panther» creadas por la misma multinacional. No son nuevas en el mercado, puesto que en España ya tenían repartidas 27, dedicadas hasta ahora a analizar muestras de sangre y plasma. Los test son fabricados por la propia Grifols en su planta de San Diego (Estados Unidos). Grifols estima que con los 40 sistemas disponibles para su distribución en nuestro país se podría aumentar la capacidad de diagnóstico de COVID-19 en España en unos 20.000 tests diarios.
Fiabilidad al «cien por cien»
García-Page ha incidido en su comparecencia de este miércoles en que los test de diagnóstico TMA son «parecidos a los PCR» y tienen una fiabilidad «del cien por cien», comentando que los robots adquiridos, en lugar de las siete horas que tarda una prueba PCR en dar resultado, son capaces de procesar «cinco resultados cada cinco minutos».
El presidente ha detallado que cinco de estas máquinas ya se están instalando, mientras que las otras cuatro lo harán «en las próximas semanas». Ha resaltado que Castilla-La Mancha «se ha adelantado» junto con Cataluña a la hora de adquirir estos robots.
Un millón de reactivos para test
Además, la región tiene previsto acumular un millón de reactivos para las pruebas. García-Page ha considerado que serán «una reserva» para que la ciudadanía «sepa que no nos van a faltar» y así «haya una garantía para atajar los problemas y reducir las posibilidades de contagio».
Gel hidroalcohólico para Hostelería y estudiantes
Por otra parte, el presidente castellanomanchego también ha reseñado que se van a fabricar hasta 19 millones de sobres con monodosis de gel hidroalcohólico que serán repartidos en el sector de la hostelería, algo que ha considerado «una muestra más de afecto» del Ejecutivo autonómico a los hosteleros de la región.
Sin embargo, ha explicado que las primeras de estas dosis se reservarán para los estudiantes y docentes que tendrán que asistir a exámenes presenciales para pasar de ciclo educativo o para entrar a la universidad, por lo que el reparto de los geles a la hostelería se retrasará «un poco más».
«No hay que bajar la guardia bebiendo una cerveza, ahí es donde más tenemos que mantener la guardia alta», ha apuntado.