La mejor definición de lo que ha ocurrido este jueves dentro del Ayuntamiento de Guadalajara la tenían, minutos antes de las diez de la mañana, dos paisanos en el Calle Mayor. Uno de ellos, preguntaba extrañado: «¿Qué pasa que hay tanto coche aparcado ahí?». Su acompañante le respondió, rápido: «Ná, El Page, c’a venío a dar dinero». Más exactamente, 1.800.000 euros.
En efecto, las obras de remodelación integral de la Estación de Autobuses de Guadalajara costarán más de 1,8 millones de euros. El proyecto, que ya traía un prolongado retraso, ha sido presentado este jueves en el salón de plenos del Ayuntamiento de Guadalajara con otros veinte minutos de tardanza sobre la hora prevista. Según las propias previsiones de la Junta de Comunidades, el diseño sobre el papel y con sus infografías tendría que haberse dado a conocer en septiembre de 2021.
Sin dar fechas para el inicio de las obras, el consejero de Fomento, Nacho Hernando, sí que ha detallado algunos de los aspectos de la remodelación de este edificio, levantado en 1984 y que sólo había tenido una reforma parcial en 2003. En 1984, el propio Hernando aún no había nacido y el actual alcalde de Guadalajara andaba preparándose para la primera comunión.
Según el consejero, el remozado edificio será «sostenible y funcional, mejor dimensionado, aprovechará los espacios, con zona comercial y supondrá un notable cambio de imagen hacia una estación más moderna y actual, en la que también se mejorarán las conexiones».
Al igual que supuso todo un acontecimiento la primera escalera mecánica de Guadalajara, la que se instaló en el ya muy lejano «Galeprix» de la Plaza de Santo Domingo, aquí habrá dos. Para salvar el diferente nivel del vestíbulo y de las dársenas, se instalarán sendas escaleras mecánicas. Todo un acontecimiento para quienes han ejercitado piernas cada día durante las últimas cuatro décadas para usar el autobús.
El acto de este 2 de febrero lo había abierto Alberto Rojo, casi con un irrefrenable entusiasmo. «Este ha sido el mandato del entendimiento entre las administraciones, el de la reconciliación de este ayuntamiento con la Comunidad Autónoma» sentenciaba desde el atril. Ya metido en autoelogios, ha afirmado que «el casco histórico está viviendo un auténtico renacer» y que «la ciudad ha avanzado más en estos tres años que en las últimas tres décadas». «Ahora cristaliza el trabajo. Una Guadalajara que no va a parar», exclamaba con rotundidad.
El salón de plenos, metáfora de Guadalajara para Page
Más pausado y sobrado de retranca, el presidente de Castilla-La Mancha cerró el turno de intervenciones expresando su satisfacción » por estar en un salón de plenos digno», inaugurado no hace muchos meses con una decoración más a la moda de este siglo. García-Page lo considera «casi una metáfora de muchas cosas que no tenían explicación en Guadalajara, aquí lo que había era goteras y casi ruina», explicó avanzando en su analogía.
«Hay mucho hecho pero muchísimo más sembrado» en Guadalajara, resaltó el presidente, en su continuado empeño de los últimos meses por ensalzar de manera reiterada la gestión del PSOE al frente del Ayuntamiento.
Al final, y antes de seguir su periplo por la provincia, aún tuvo tiempo hacer un breve aparte con Rafael Pérez Borda, todavía en estos momentos concejal de Ciudadanos y socio del gobierno municipal desde 2019. Él fue, precisamente, quien en julio de 2021 anunció lo que ahora se ha presentado, aunque en aquella ocasión lo hiciera en la propia estación y en presencia del director general de Transportes y Movilidad de la Junta de Comunidades.
Lo de este 2 de febrero de 2023 tenía, sin duda, más empaque.
