Se acaba de completar en Azuqueca de Henares la construcción de la macronave logística del polígono de Miralcampo para centro distribuidor de Carrefour. Con una superficie de alrededor de 98.000 metros cuadrados, se prevé que genere más de 300 empleos.
El alcalde, José Luis Blanco, acompañado de la concejala de Innovación Urbana, Yolanda Rodríguez, del director de Merlin Properties, Javier Inchauspe y de técnicos municipales y de la empresa, han visitado este lunes la nave que, sólo en obra, ha supuesto una inversión de treinta millones de euros, según los datos facilitados por la empresa responsable de su construcción. La actividad comenzará en otoño.
Creación de empleo
El primer edil ha mostrado su satisfacción por un proyecto que apuesta por «el empleo, el crecimiento y la innovación». En este sentido, el regidor ha destacado la importancia de que «precisamente en este momento de dificultades derivado de la pandemia por la COVID-19, vea la luz un proyecto que va a suponer «la generación de un buen número de puestos de trabajo».
Inchauspe, por su parte, ha reiterado las grandes dimensiones de la edificación y ha señalado que se convertirá en la más importante de las utilizadas por la empresa Carrefour para gestionar su logística y el abastecimiento de sus centros y espacios comerciales.
La nueva nave incorpora un vanguardista Sistema Urbano de Drenaje Sostenible (SUDS) para evacuar el agua de lluvia. Permite reducir la cantidad de agua que se envía a la depuradora a través de la red de saneamiento. A diferencia de las redes pluviales convencionales, este sistema ralentiza la evacuación del agua y, además realiza su tratamiento, eliminando una parte importante de los posibles elementos contaminantes. «Las aguas procedentes de la cubierta de la nave pasan procesos de decantación y filtración mediante productos geotextiles y para las escorrentías de las calzadas que rodean a la nave, que tendrán un volumen mayor de contaminantes debido a la circulación de vehículos, se ha diseñado un tratamiento adicional mediante un separador hidrodinámico», describe Yolanda Rodríguez.
Además, el propio suelo y las gravas sobre las que se instalan los drenajes sostenibles de la nave cuentan con una comunidad biótica con una alta capacidad de depuración, según los responsables del proyecto. El diseño contempla asimismo la posibilidad de cortar el flujo de agua hacia el subsuelo mediante sistema de obturación de los drenajes, en caso de que se produzcan vertidos accidentales en la zona.